El gobierno local decidió posponer para mañana su decisión respecto a las propuestas de obras urgentes presentadas por la concesionaria del ciclo integral del agua al Concello de Cangas porque quería estudiar con detenimiento todo lo que hay alrededor de esa propuesta de la UTE Gestión Cangas.

Pero el alcalde Xosé Manuel Pazos ya dejó claro que es evidente que existe un incumplimiento de contrato por parte de la empresa adjudicataria, pero que debe ahora analizar su alcance y que responsabilidades se le exigen a la concesionaria. Asegura el regidor que está claro que las obras propuestas por la empresa le interesa principalmente a ella, para ahorrar coste, pero no mejoran el servicio público, que es de lo que se trata. El gobierno quiere abastecimientos, saneamientos y bombeos principalmente, además de poner el marcha el sistema terciario de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Cangas (EDAR). También señala que hay mantenimientos que no se contemplan y que son necesarios para la mejora del servicio, algo que se considera también un incumplimiento.

Pero el gobierno municipal de Cangas se reúne hoy con la intención de adoptar definitivamente una decisión respecto a todo lo que está generando esta propuesta, que puso al descubierto el desencuentro entre la concesionaria y el gobierno municipal, hasta el punto de hablar claramente de incumplimiento de contrato. No hay que olvidar que la UTE Gestión Cangas reclama al Concello un millón de euros en concepto de indemnización por haber cobrado la tasa del agua a un precio menor al establecido, al aplicar la ordenanza municipal de febrero de 2016. El incumplimiento de contrato también puede acabar en los tribunales de justicia, si las partes no llegan a un acuerdo, aprovechando que se reclaman dinero unas a otras. También es cierto que el incumplimiento de contrato puede llevar aparejado su extinción.

Todas estas cosas serán analizadas a lo largo de la mañana de hoy en una reunión en la que se espera una resolución que marque un antes y un después en este conflicto o "guerra del agua".