De pocas palabras, Manuel Pizcueta (Cangas, 1962) habla a través de sus lienzos. Realizó su primera exposición con 18 años atraído por una vocación por el arte que nunca le ha abandonado y que ha compaginado en los últimos veinte con su profesión en servicios topográficos. Es difícil arrancarle una frase, ni para valorar la concesión del Premio Xohán de Cangas á Creación Artística, que el Concello le ha otorgado, en esta edición de la Festa da Cultura, por la calidad de suobra pictórica y la fidelidad a un estilo y personalidad artística propia que fue evolucionando sin estridencias. Pizcueta reconoce que echa de menos aquella curiosidad de la gente en los años 80 por las exposiciones.
-¿En qué obra trabaja ahora?
-Con maderas recicladas para una exposición entre varios en Moaña. Son piezas de pequeño formato, algo llamativas, y algo tipo escultórico. Es modesto, pequeño.
-¿D el salto de la pintura a la escultura?
-No, es algo en lo que trabajo desde hace tres años.
-Sigue formando parte del colectivo de artistas A Carón do Mar?
-Seguimos, hubo unos años que estuvo parado, pero seguimos, quizás no como "A Carón do Mar", pero la relación sigue estando ahí, como el primer día.
-¿De qué trabajo se encuentra más orgulloso?
-Le tengo cariño a una época de los 90 en la que trabajé sobre los símbolos, pictografías y marcas.Significó un cambio y quizás tengo buenos recuerdos, pero en general a todo.
-¿Le servirá este premio para reivindicar algo?
-En principio no. Lo único que se me ocurre es que echo de menos la curiosidad de la gente en los 80 y también en los 70 por el arte. Montabas una exposición y daba gusto. Ahora no veo esa curiosidad entre la gente en general.
-¿Las nuevas tecnologías han apagado esa curiosidad?
-No. Lo que creo que la gente está más dispersa en otras cosas y preocupada. Creo que hay que fomentar la educación del arte para los niños y para los adultos, también. A la hora de crear, los que se dedican a ello sigue igual, pero la respuesta de la gente ha cambiado. En los colegios se trabaja, pero nunca es suficiente, hay que seguir. Que se diviertan, que jueguen, que se conoza...descubrir.
-¿Qué le supone la concesión de este premio?
-Muy agradecido y sorprendido.
-¿O Morrazo destaca artísticamente?
-Desde Botello hasta hoy, con sus altos y bajos, sí destaca, con muchos y mucho nivel de artistas.
-¿Debió de quedarse la Silla en Meira y no permitir que se la llevaran a Madrid, al espacio expositivo "El valle de los sueños" en Puebla de la Sierra?
-¿De cuánto hace? (unos seis años). Me gustó mucho la idea de la sorpresa de la silla y hablamos en su momento de hacer unas cuantas. Estuvo muy bien. No sé si era para permanecer o no, no me meto, pero sí que pudo haber durado más. Hay que repetir estas cosas y sorprender a la gente
