Apoyada sobre una ladera del campus, se integra en el paisaje al mismo tiempo que reivindica sobre él sus formas de granito negro. Los autores idearon "un gran plano recortado y doblado, en parte inclinado, como cubierta, plaza y puente". Y bajo esta plaza pública de silueta inconfundible por los lucernarios que iluminan sus salas de lectura se halla la biblioteca.