Las naves cedidas por Costas al Concello de Cangas en la explanada de Ojea presentan síntomas de que el mar está "trabajando" por debajo, provocando el hundimiento del firme. Es el mismo problema que padece el helipuerto, que lleva varios meses cerrado al tránsito de vehículos para evitar que siga deteriorándose. El gobierno municipal ha optado por paliar esta situación pavimentando la nave que actualmente alberga los coches retirados de la circulación y esperan el traslado para su reciclaje. Los trabajos los ha ejecutado la empresa Contucho, la misma que acondicionó el aparcamiento de Altamira con materiales de desecho.

La idea inicial era acondicionar en una parte de esa nave una perrera provisional donde albergar los animales abandonados recogidos en días y horarios en los que no están operativas las instalaciones de la Protectora, en Broullón. Sin embargo, la edil de Medio Ambiente, Tania Castro, matizó ayer sus planes y señaló que el refugio temporal de perros se habilitará en otra nave anexa y que confía que pueda estar disponible desde el verano.

El hundimiento de Ojea lo corroboró recientemente un ingeniero de Costas del Estado. Lo más prudente, señaló, era impedir ya el aparcamiento de vehículos en el helipuerto, por precaución. El gobierno tripartito acordó dirigirse a Costas del Estado para pedirle que lo repare, como ha hecho el Concello con la nave anexa.