Justo un año después del incendio que destruyó la mitad de la planta frigorífica de pescado Fandicosta, en Domaio, las máquinas entraron de nuevo ayer en la explanada, junto al puente de Randepero en esta ocasión para empezar la obra de construcción de la nueva nave. "A ver lo que nos depara la obra, tenemos diez meses por delante", aseguraba ayer el presidente de Fandicosta, Ángel Martínez, que consiguió retomar la actividad de la fábrica sólo una semana después del incendio, con parte de los 200 empleados de la plantilla trabajando en la otra nave que se salvó de las llamas, otros en plantas alternativas del grupo en Vigo y Vilagarcía y una menor parte acogidos a un ERE temporal rotatorio. Ángel Martínez dice que deja atrás "un año muy duro, muy complicado", que el incendio está prácticamente olvidado, la plantilla tranquila y que el de ayer ha sido "un día más" para retomar la actividad plena de la planta.

Los trabajos en la explanada en donde se levantará la próxima nave A, que sustituirá a la que fue arrasada por el fuego, comenzaron ayer a primera hora de la mañana. La maquinaria trabajó en su primer día para romper los muretes de escasa altura que se ubicaban bajo la estructura del antiguo almacén.

Las excavadoras iniciaron también la destrucción de una pequeña estructura que cumplía en su momento la función de aljibe para aguas. La empresa contratada por la compañía para levantar la nueva Nave A y adaptar y modernizar las dos estructuras que se salvaron de las llamas -naves B y C- es Civis Global. Ayer iniciaron los trabajos para dejar toda la explanada lista para construir la nueva planta.

La intención inicial era comenzar las obras en el mes de marzo y la nave reconstruida debería entrar en servicio a finales de año. Finalmente, debido a los últimos retrasos de los complejos trámites que la empresa, el Concello y la Xunta tuvieron que afrontar, desde la compañía retrasan estas expectativas. Entienden ahora que la normalidad volverá definitivamente a la empresa más grande de la comarca a lo largo del primer trimestre del año 2018.

El proyecto elegido implica una inversión superior a los 10 millones de euros. La mayor parte de esta partida, unos 8 millones, se destinará a la construcción de la nueva nave A, que arrancó ayer. Entre los dos pisos que tendrá, sumará 15.344 metros cuadrados de superficie construida. La planta baja tendrá 7.949 metros cuadrados mientras que la primera ocupará 3.473 metros.

La cámara frigorífica ocupará buena parte de la planta baja, Las cámaras de congelado compartirán piso con las zonas de expedición y recepción de mercancía, así como los espacios de clasificación y preparación de congelados.

En la primera planta, por su parte, se ubicará la zona social de la empresa, con la dotación de oficinas administrativas, los vestuarios y el comedor para el personal.

Hoy mismo está prevista la extinción del ERE temporal y rotatorio emprendido tras el incendio.

Críticas de los bomberos

Por otra parte, y en relación al incendio de Fandicosta, el comité de empresa del Consorcio Provincial de Bomberos asegura que ni Xunta ni Diputación hicieron nada para atajar las deficiencias en el ámbito de las emergencias y que se hicieron evidentes en este siniestro de hace un año. Dice que el mayor problema que hay está en el número de efectivos: tres trabajadores de dotación por turno para atender una población de más de 100.000 habitantes con tiempos de respuesta de más de una hora (Bueu-Pontecaldelas). Entiende que el mínimo debe de ser cuatro trabajadores.

Señala que al estar cuatro, se trabaja en parejas y si ocurre un incidente siempre hay un equipo de dos para socorrer, además de que permite un relevo en las intervenciones. Añade que si están tres, la labor del jefe de turno (toma de datos, visión perimetral, hablar con propietarios, técnicos...) se ve reducida: "Metido nun incendio é imposible organizar.

Otro de los puntos a mejorar es la inexistencia de protocolos para no recurrir a la improvisación, como ocurrió en Fandicosta. Culpa a la concesionaria Matinsa de no querer realizar estos protocolos. Recuerda que los parques de Vigo y Pontevedra no tienen competencias fuera de su concello, y no tendrían por qué trabajar en Moaña a no ser que se declare el nivel 1 de emergencias, por lo tanto, añade el comité que la solución sería un convenio de colaboración entre organismos. Los trabajadores dicen que sí hicieron un protocolo que mejoraría el tiempo de respuesta para juntar 20 bomberos en 22 minutos, no en dos horas como ocurrió en el caso de Fandicosta, que puso en jaque a la comarca.