El martes pasado compareció en el Juzgado de Instrucción Número 3 de Cangas, Rafael Fernández Gómez, de Vigo. Llegó a los juzgados de la villa en furgón policial, trasladado desde el Centro Penitenciario de A Lama, donde cumple condena. Rafael Fernández figura como investigado en las diligencias previas que se abrieron como consecuencia de la reyerta que hubo en el mercadillo de Cangas en octubre de 2015. Está acusado de agredir, presuntamente, junto con Sinaí Giménez, a varios vendedores ambulantes de los denominados gitanos castellanos o zamoranos, durante la mencionada multitudinaria pelea. Pero también figura como investigado en la diligencias previas que se abrieron como consecuencia de la denuncia de la Fiscalía contra la cúpula del clan de los morones, en la denominada "Operación Vida" . Está acusado de pertenencia a la organización criminal, blanqueo de capitales, delito contra la Seguridad Social, estafa, extorsión y amenazas. Era el hombre de confianza de Sinaí Giménez, el que presuntamente ejecutaba sus órdenes en los mercadillos. Rafael Fernández se acogió a su derecho de no declarar. Su presencia en los juzgados de Cangas estuvo tutelada por varios miembro de la familia Giménez Jiménez: Flora Jiménez, sus hijas Irene y Chelo y el nieto Kike. La abogada de Juan Paulo, Beatriz Seijo, según manifestó el letrado de los testigos protegidos, pidió al juez, de palabra, una reducción de la fianza para su defendido.

Por otra parte, Irene Giménez no podrá visitar a su hermano Juan Paulo en tres meses por sus reiterados comportamientos agresivos con los funcionarios de la cárcel de Teixeiro.