El colegio de San Roque, en Cangas, redujo en un 60% el consumo energético, gracias a las obras de mejora que realizó la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, con ayudas de la Unión Europea (UE) y que consistieron en inyección de aislamiento térmico en la fachada, así como la renovación de la carpintería exterior por doble ventana y nuevas persianas de aluminio.

El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez; el delegado territorial de la Xunta en Vigo, Ignacio López-Chaves, y el delegado provincial de Educación, César Pérez Ares; se desplazaron esta mañana a Cangas para visitar los trabajos acompañados por el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, que volvió al colegio en donde tiene su plaza de profesor y aunque ahora está en excedencia desde que es regidor; y el portavoz del PP, José Enrique Sotelo.

Dentro de la obra de mejora del colegio de San Roque, de eficiencia energética, también se acometieron trabajos interiores de sustitución de falsos techos por otros con protección acústica, y las luces por equipos de alta eficiencia energética, con multisensor de regulación y detección de movimiento. Se pintaron los tabiques interiores y se cambió la caldera de calefacción para mejorar el sistema. El proyecto, financiado con fondos europeos para la reducción de CO2, se incluyó dentro de un Plan de mejora de eficiencia energética que la Consellería de Cultura puso en marcha el año pasado y que supuso la rehabilitación integral de doce centros escolares, cinco de ellos en la provincia de Pontevedra.

La inversión inicial en San Roque era de unos 400.000 euros, pero se disparó a 719.000, al incorporar obras que no estaban previstas en un principio.

“De ser un centro vello pasa a ser un de vangarda”, señaló el conselleiro que también tenía previsto visitar en Cangas las obras de reforma del pabellón del Instituto María Soliño, aunque por motivos de agenda, no pudo. Las obras mejoraron la pista polideportiva y los vestuarios, con un importe de casi 400.000 euros.

Había una necesidad urgente de solucionar los problemas de salubridad, habitabilidad y acabados. Se mejoró el aislamiento de las fachadas y de la cubierta, se renovó la instalación de electricidad y la iluminación. En los vestuarios se cambiaron la fontanería, climatización y alumbrado y se instaló un falso techo con panel aislante. La consellería destaca que las inversiones realizadas en centros educativos en Cangas desde el año 2009 supera los 2,2 millones de euros.