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El último cartero de Domaio

La Asociación Monte Faro inicia gestiones para evitar el cierre de la oficina de Correos de la parroquia, que atiende Xabier Cortegoso

Xabier Cortegoso clasifica las cartas y paquetería en la oficina de Domaio. // S.A.

Bergues no es Domaio, pero en la parroquia moañesa quieren que su cartero se quede, al igual que los vecinos del pueblo francés con su funcionario de correos Phillipe Abrams, en la comedia "Bienvenidos al norte" que tan bien reflejó, en tono de humor, la vida de estos profesionales,del reparto de la correspondencia, destinados a pequeños lugares.

A finales del mes pasado, el sindicatoo Comisiones Obreras hacía saltar la voz de alarma cuando su portavoz en la provincia de Pontevedra, Eusebio Cousillas, apuntaba a la oficina de Correos de Domaio como una de los 40 puntos de atención y servicio de reparto en el áea rural que podía verse afectada por los recortes. Cousillas considera inadmisible que se pretendan eliminar de un plumazo a más de 20.000 trabajadores de Correos.

Desde entonces no hubo ninguna confirmación oficial, pero la Asociación de Vecinos Monte Faro de Domaio, ya movió ficha y se reunió con la alcaldesa: "Vamos a ir a por todas", dicen en la asociación.

El cartero de Domaio sigue acudiendo a diario a la oficina, ubicada cerca de la PO-551, junto a un banco. Xabier Cortegoso es natural de Marín. Aprobó la oposición en el año 2006 y después de un tiempo trabajando en Madrid, cambió la capital por esta plaza de Domaio. Él es, quizás, quien mejor conoce el día a día de los vecinos, y aunque dice que efectivamente el correo de las cartas haya bajado, se incrementó el de la paquetería debido a las compras que se hacen ahora on-line. Él abre la oficina de 09.30 a 11:00, clasifica el correo de su demarcación de Domaio, y atiende a los vecinos que acuden a entregar o a recoger cartas, que después él lleva a la oficina central de Moaña.

Desde que saltó la alarma, los vecinos no paran de preguntarle qué pasará. Él lo desconoce. Cortegoso tiene su trabajo asegurado porque es personal laboral y si cierra este punto, le destinan a otro, aunque reconoce que para los vecinos de Domaio será un problema porque tendrán que desplazarse hasta Moaña "y hay mucha gente mayor". Le gusta su profesión. El reparto lo ejerce en su coche propio ya que sólo en las oficinas centrales se trabaja con coches o motos de Correos. Por sus manos pasa la importante correspondencia de las grandes empresas del naval.

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