Nació en Viveiro, tuvo que exiliarse en América a causa de la dictadura pero previamente pasó en Bueu unos meses que, a la postre, serían determinantes en parte de su producción pictórica. La figura de la pintora surrealista Maruja Mallo fue glosada ayer en un acto celebrado en el Museo Massó en el que participaron Antonio Gómez Conde (sobrino de la artista fallecida en 1995) y el profesor e historiador Carlos Nuevo Cal.

El acto de ayer se enmarca dentro de la tercera edición de las Xornadas das Alfombras Florais de Bueu y ha sido organizado tanto por la Asociación Cultural Alfombras Corpus de Bueu como por la Comisión Gestora Internacional de Entidades de Alfombristas de Arte Efímero.