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Portos realiza un nuevo estudio sobre Pescadoira antes de decantarse por una opción para su regeneración

Comienzan las obras de los once badenes

La Policía, ayer, durante la obra de los badenes. // Gonzalo Núñez

Portos de Galicia decidirá a lo largo del mes de mayo la alternativa definitiva que se adoptará para la segunda fase de la regeneración de la playa de Pescadoira. El ente público encargó un nuevo informe sobre la dinámica litoral y el basculamiento de la arena y los resultados se conocerán en apenas un par de semanas. En función de los mismos se optará por una de las alternativas puestas encima de la mesa, aunque desde Portos asegura que será "en consenso" con el Concello de Bueu y la Cofradía de Bueu.

Las alternativas que se manejan siguen siendo dos: una nueva empalizada de madera o construir una barrera semisumergida, como la que existe actualmente bajo el antiguo muelle de Attilio. La opción que más convence a todas las partes es la segunda, pero es probable que esa obra requiera de un informe de impacto ambiental por parte del Ministerio de Medio Ambiente. La solución del vallado de madera funcionó bien durante los primeros años, pero finalmente la acción del mar ha acabado por hacerlo prácticamente desaparecer. En la última reunión que mantuvieron el presidente de Portos de Galicia y el alcalde de Bueu el responsable autonómico ya avanzaba que se solicitaría un nuevo estudio de basculamiento antes de elegir como definitiva una de las opciones.

Ese estudio ya está realizado, según explican desde Portos, y ahora se espera que el equipo redactor lo pase al departamento de Obras para tomar una decisión al respecto. Las fuentes consultadas apuntan que esa decisión no debería demorarse más allá del próximo mes de mayo.

Por otro lado, tal como anunció el miércoles, Portos de Galicia ha comenzado la construcción de once pasos elevados a lo largo de la Avenida Montero Ríos. Comenzaron desde el extremos de Petís y los operarios avanzan en dirección a Banda do Río, lo que ha obligado a restringir la circulación en algunos de los tramos de la calle.

El objetivo es que estos badenes obliguen a los conductores a reducir la velocidad en una de las calles con mayor tránsito peatonal del centro del municipio. En algunos de los tramos, como el centro del barrio de Banda do Río, la velocidad máxima está limitada a 30 kilómetros hora, un tope que muy pocos conductores respetan.

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