La peatonalización de la calle Méndez Núñez será el próximo paso del gobierno de Cangas en su apuesta por que las personas ganen terreno a los coches en el centro urbano. El Concello dispone ya del anteproyecto, redactado por la arquitecta Isabel Medraño y que incluye también la "humanización" de la calle Baiona, aunque en esta última sí se permitirá el tráfico rodado. El importe de la actuación conjunta supera los 150.000 euros y el plazo de ejecución es de seis meses. El tripartito cangués piensa incluirlo entre las obras que financia la Diputación y comenzar los trabajos después del verano para que estén listos en la primavera de 2018, según cálculos de la concejala de Obras e Servizos, Mercedes Giráldez, que lleva las gestiones.

La calle Méndez Núñez está en el límite del Casco Vello de Cangas y su ubicación estratégica, "a medias entre unha rúa peonil e unha rúa de tráfico prioritario de vehículos e aparcamento" , con múltiples servicios en su entorno, le otorgan una condición particular en el plan municipal de peatonalización progresiva de los espacios urbanos. "Búscase organizar os percorridos peonís en detrimento dos de vehículos, limitando estes na medida do posible a un tráfico máis lento", señalan los técnicos redactores del documento. Giráldez va más allá y anuncia que, cuando se ejecute el proyecto, la calle quedará cerrada al tráfico rodado, excepto para los vehículos que accedan o salgan de los garajes y para las tareas de carga y descarga.

El Concello plantea una actuación en "plataforma única", esto es a un mismo nivel, una superficie sin escalones que delimiten las aceras. El gobierno local insiste en su apuesta por garantizar el tránsito a las personas con movilidad reducida, y con esa intención está convocada una reunión técnica para que todos los locales se ciñan también a unas condiciones que ya contempla la ley, aunque no siempre se aplican. La Avenida de Vigo es el principal "punto negro" en este aspecto, por lo que también se anuncia la elaboración de un estudio del que salgan soluciones, "que non serán fáciles nin baratas", reconoce Giráldez, y para las que ya se busca financiación.

Pero el anteproyecto redactado por la oficina de Urbanismo del Concello se ciñe a las calles Méndez Núñez y Baiona, donde se pretende adecuar y mejorar los espacios peatonales, "racionalizar o uso viario" y dotarlas con infraestructuras urbanas "acordes aos usos e densidade actual". Los técnicos advierten de que el trazado de Baiona se ejecutó por "tramos de urbanización, segundo se ía desenvolvendo a zona", lo que se traduce también en que el alumbrado esté obsoleto en una parte, las aceras no alcanzan el metro de anchura en algunas zonas y están construidas en diferentes materiales y alturas, se intercalan plaquetas de adoquín de diferentes colores, no existe recogida de aguas pluviales, se producen encharcamientos, están sin pintar los espacios para aparcamiento y los carriles de circulación, en mal estado y cuyo sentido no está claro. La actuación pretende "armonizar" todo el conjunto y mejorar los servicios, la seguridad y la imagen de esta zona del centro urbano cangués.

El capítulo de pavimentaciones se llevará la mayor cuantía, más de 43.000 euros, seguida de los elementos de urbanización y pintura viaria (17.000), alumbrado público (14.200 euros), instalaciones pluviales (13.500) demoliciones y movimientos de tierras (13.200). El resto se invertirá en seguridad y salud, gestión de residuos y control de calidad. Con la partida para gastos generales (13.700 euros) y beneficio industrial, el presupuesto de contrata de fija en 151.802 euros.