José Fandiño Pidre, el último regidor republicano de Moaña asesinado en 1936 bajo acusaciones tan peregrinas como la de "masón" ya es el alcalde honorario del Concello moañés. Todos los grupos políticos aprobaron ayer esta distinción a título póstumo y por aclamación, en un sencillo pero emotivo pleno municipal que contó con la presencia de tres descendientes del fusilado así como de varios exalcaldes del actual periodo democrático.

La alcaldesa, Leticia Santos, arrancó un acto que buscó "restituir a memoria dunha persoa que loitou polos veciños de Moaña, e que foi asasinado na guerra de 1936 precisamente por defender aos veciños e por cumprir coa legalidade republicana". Agradeció el compromiso y defensa con la democracia de todos los alcaldes moañeses desde 1978. Xosé Manuel Millán, Javier Barreiro y Cándido Pena disculparon su presencia. Estuvo presente, además de José Fervenza que se mantiene como portavoz del PP, el exalcalde Xabier Abalo.

El concejal de Cultura, Salvador Meira, fue el encargado de dirigir todo el expediente y recordó las injustas decisiones que llevaron al fusilamiento en diciembre de 1936 de José Fandiño, cuando solo tenía 34 años. "O 22 de marzo do 36 foi elixido alcalde con 12 votos da corporación. Os seus compañeiros no Concello o definiron como un home bo, honrado, honesto e conciliador", destacó. El 22 de julio de 1936, pocos días después del golpe de estado contra la legalidad republicana, fue depuesto de su cargo y el día de San Martiño sería encarcelado junto a 14 vecinos. Tras permanecer en la usurpada Casa Sindical de Seara, reconvertida en prisión, fue trasladado a Vigo.

Fandiño logró ser puesto en libertad, pero cuando salía de la prisión fue detenido nuevamente. Un consejo de guerra se encargó de juzgarlo bajo informes de la Guardia Civil asesorada por falangistas moañeses. Tras ser condenado a muerte, la mujer logra en Burgos un indulto, pero cuando llegó a Vigo ya había sido fusilado.

Durante su corta etapa al frente del Concello José Fandiño Pidre estuvo involucrado en las demandas del colectivo marinero, consiguiendo rampas de varada y el muelle de O Con. También inauguró la anterior casa consistorial, inició la construcción del cementerio y puso en marcha los trámites de construcción de la biblioteca municipal.

Todos los grupos políticos tuvieron palabras amables hacia su memoria. Por el PP, José Fervenza, consideró "triste que a súa vida lle fora arrebatada. Deixou unha huella imborrable no noso Concello". Destacó que "80 anos despois lle volvemos a dar a confianza que no seu día lle deron os veciños de Moaña". Pidió un aplauso a la familia presente "para non esquecer o pesadelo que pasaron tantas familias de Moaña".

Por el BNG, Odilo Barreiro, calificó el nombramiento como "un acto no que vencemos a aqueles que se escudan na pouca memoria para aforrarse moitos remordementos".

Ezequiel Fernández actuó como portavoz del PSOE para destacar la defensa de Fandiño de un sistema político democrático "que nunca debeu cambiar". Javier Carro, por su parte, defendió que el nombramiento de regidor honorario restablece "por fin unha parte da legalidade do pobo de Moaña".

Antes de que la regidora entregase el documento que acredita el nombramiento a los familiares del exalcalde asesinado y de que reconociese a los anteriores alcaldes democráticos, los descendientes tomaron la palabra. El sobrino de José Fandiño, Balbino Fandiño, agradeció el gesto del Concello con su tío "que foi unha persoa boa para o pobo de Moaña". El bisnieto, Javier Sousa Fandiño, señaló la importancia que tenía para la familia "que este tema fose un asunto de consenso e de unión" en Moaña.