La segunda jornada consecutiva de voladuras por desmontes en el Corredor do Morrazo es también la última de esta semana. Se suspenden las explosiones previstas para mañana por las dificultades logísticas de obtener más carga explosiva. La intención es volver a llevar a cabo estos desmontes la próxima semana.

FARO tuvo acceso a la explosión de ayer, en el segundo subtramo, que se ejecutó entre los puntos kilométricos 5+760 y 5+795 y que mantuvo el Corredor cortado entre la rotonda de Domaio y el enlace de Meira durante más de una hora y media. El talud sobre el que se actuó se ubica en el margen derecho de la calzada en sentido Cangas, a uno de los lados del paso elevado de Meira.

El tráfico se desvió sobre las 16.00 horas, cuando la dinamita ya estaba dispuesta dentro de la piedra. Una vez cerrado el tráfico se espera a que el último coche abandone todo el recorrido del Corredor y, para maximizar la seguridad, un vehículo de la empresa constructora del segundo subtramo de la futura autovía, Dragados, recorre todo el trayecto para comprobar que ningún usuario se quedase detenido en una zona peligrosa. Unos técnicos de seguridad, finalmente, establecen el perímetro de unos 300 metros a partir del cual nadie puede pasar.

Suenan entonces tres sirenas. A partir de la tercera, la calma se prolonga unos segundos hasta que se activa el detonador y se produce la explosión. Si bien en las voladuras del pasado otoño se llegaban a emplear hasta 1.000 kilos de dinamita, en estos momentos son más modestas. La de ayer, por ejemplo, implicó la utilización de 300 kilos de explosivo, para controlar en todo momento la piedra que se proyecta sobre la calzada y para evitar daños en la estructura del viaducto cercano.

La explosión proyectó piedras de gran tamaño que invadieron los dos carriles de la carretera. La columna de tierra y polvo que se levantó se alzó unos 20 metros y tardó varios minutos en disiparse. Hasta que no se recuperó la visibilidad no pudieron acceder las máquinas excavadoras que iniciaron la retirada de la piedra. Las de mayor tamaño incluso deben romperse antes de poder retirarlas.

La carretera no vuelve a estar operativa hasta que toda la piedra es retirada del asfalto y la calzada se limpia con agua.

Se trató de la segunda voladura de la semana, la del lunes fue en el entorno del mismo paso elevado.

Responsables de la obra explicaron sobre el terreno que los desmontes del segundo subtramo -entre los enlaces de San Lourenzo y Meira- se encuentran ejecutados ya a más del 80%, aunque todavía será necesario efectuar voladuras durante varias semanas más, en función de la cantidad de material que retiren con cada una. Son 25 los operarios desplegados diariamente solo en este subtramo.

El primer subtramo -entre la rotonda de Domaio y la salida de San Lourenzo- todavía no tiene todos los desmontes ejecutados. Aunque en este tramo la empresa constructora, Copasa, se centró en las últimas semanas en la construcción del segundo viaducto de A Moura, se espera también que en breve retomen los desmontes, coordinándose con los ejecutores del tramo de Meira para evitar así que los cortes en el tráfico se dupliquen.