Encerrados en el cementerio y sin poder salir. Así se quedaron ayer los organizadores de los actos de homenaje al alcalde de Bueu en la República, Johán Carballeira, a Manuel Graña Pouseu, Avelino Chapela Soliño y Manuel Chapela Couso, todos ellos fusilados el 17 de abril de 1937 en plena represión fascista. La ofrenda que realizaron en el cementerio pontevedrés de San Amaro, en donde recibieron sepultura los cuatro represaliados, no salió según lo previsto. Y es que un despiste provocó que al intentar salir se encontrasen con la puerta cerrada y nadie en el lugar para poder abrirla.

El diputado provincial Xosé Leal y el directivo de la Asociación de Amigos de Johán Carballeira, Xosé Novas, fueron dos de los afectados, y tuvieron que echar mano del teléfono móvil para que alguien acudiera a su rescate. Mientras, en Bueu una treintena de personas aguardaba su llegada para realizar la ya tradicional ofrenda en el monumento a Johán Carballeira. 35 minutos más tarde de la hora prevista y tras ofrecer una disculpa, el acto se celebró, con Carmen Chapela (hija de Avelino Chapela) y Luisa Pérez Ave (sobrina de otro represaliado, José Ave Estévez) como encargadas de depositar las flores en el monumento a Johán Carballeira. El himno gallego cerró la escena poco después.

El programa de actos se completó en el Centro Social do Mar con la presentación del libro "Mortos por amor á terra. A represión sobre o nacionalismo galego (1936-1950)" de Xosé Ramón Ermida, que incluye reseñas de personalidades buenenses, como el propio Johán Carballeira.