La Plataforma Salvemos o Castro y el Ateneo de Moaña organizan esta tarde una serie de conferencias sobre la importancia del yacimiento de Montealegre, con el objetivo de que la ciudadanía asuma la necesidad de reclamar su protección ante las obras de construcción de la autovía. Roberto Aboal Fernández, (Ferrol, 1967) que dirigió la excavación prevía a la construcción del Corredor, en 2003/04 es uno de los protagonistas. Los arqueólogos Rafael María Rodríguez y Elena Cabreja participan también, junto a la licenciada en Historia del Arte, Marisa Pazos, que también participó en las excavaciones de principios de siglo. Las charlas comienzan a las 19.30 horas en el salón de actos del IES As Barxas.

-¿Cómo se organizó su participación en estas charlas?

-Yo dirigí las excavaciones previas a la construcción del Corredor. Por eso me pidieron que explique los restos que documentamos y lo que se descubrió en su momento, que ya no se conserva.

-¿Qué opinión tiene del movimiento que se creó en poco tiempo para defender el Castro, con las obras de la autovía ya avanzadas?

-En esa zona siempre hubo inquietud por el yacimiento y el patrimonio. Pero me sorprende la fuerza e insistencia que muestran ahora. Sobre todo porque en principio parece que hay resultados alentadores. Que la Xunta se plantee otras alternativas ya es un éxito grande, pensando en el contexto de una obra en estado muy adelantado.

-Las dos áreas en excavación y que se verían afectadas por la autovía, ¿son muy significativas dentro del castro?

-Es difícil decirlo porque solo estuve un día de visita. Pero los restos que yo vi son bastante significativos. Como la estructura de acceso al castro, con una monumentalidad clara. Por los restos que salieron en la excavación que había dirigido yo existen materiales de bastante interés. Las estructuras son las típicas de otros castros de la Edad del Hierro, pero los materiales son bastante relevantes, con mucho material de importación del norte de África o el sur de Italia. Vienen a evidenciar que el yacimiento estaba muy en contacto con el mundo mediterráneo. Muy integrado dentro de ese circuito comercial.

-¿Se refiere sobre todo a cerámica y metales?

-Sí. La gran diferencia con otros yacimientos se debe a que la gran mayoría de los metales los recuperamos en un concheiro, que sería un basurero de entonces. La cal que aportaron las conchas conservó muy bien los metales, contrarrestando la acidez del suelo. Los que yo recuperé en el año 2004 están en un estado excepcional.

-¿En dónde radica la importancia de este castro?

-Es muy importante la ubicación del propio castro. Metido en la ría de Vigo. Se pueden contar 3 o 4 yacimientos orientados a la ría en distintos emplazamientos, conectados con el circuito comercial del Mediterráneo en el entorno del siglo I a.C. En este caso concreto, al margen de las estructuras habitacionales regulares, aparecieron cerámicas púnicas de uso en cocina. Estos materiales de cocina tan concretos pueden significar que gente de esa zona estuviese asentada en el yacimiento. Seguramente durante meses y estaban relacionados con el propio circuito comercial.

-Tiene también la particularidad de que fue uno de los primeros castros excavados en Galicia.

-Sí. Por Losada Diéguez en los años 20.

-¿Cuánto duró la excavación que usted ha dirigido?

-Casi 6 meses. Al principio eran solo unos sondeos de valoración. Tras ellos se planteó una excavación de unos 3 meses y después se amplió. Había evidencias suficientes para trabajar ese tiempo y más si se pudiese.

-Eran muy conocidos los petroglifos en la parte que ya ha sido afectada.

-Sí. La gran mayoría ya estaban catalogados. Pero en cuanto al arte rupestre no son los más espectaculares que existen, pero acrecienta el valor en un contexto de un castro de la Edad del Hierro.

-¿Habían sacado a la luz muchas estructuras habitacionales?

-En la ladera oeste sí. En la este estaba el concheiro, por su gran desnivel eran imposibles estas estructuras. Pero la zona oeste presenta una configuración muy estrecha. Para habitarla fueron construyendo terrazas, como si fuesen de cultivos, pero para hacer espacios pequeños de habitación.

-¿El castro de Montealegre llegaba hasta el mar?

-Probablemente sí. No tiene una parte alta grande, sino que es muy estrecho y se aprovechaban bien todos los espacios. Iban descendiendo. Ya fue afectado por la obra de la carretera general (PO-551) o incluso por la gasolinera, pero entonces no había la sensibilidad que hay ahora sobre estos temas.

-¿Cuánta gente pudo vivir en este poblado?

-Es muy difícil hacer los cálculos, porque está muy cerrado de vegetación. Se intuyen áreas pero es muy difícil calcular la superficie que podría ser habitada.