Cuatro de las cinco empresas que presentaron unas ofertas con "bajas desproporcionadas" para hacerse con el contrato de la reurbanización de la aldea de Ermelo han renunciado. El tipo de licitación era de 115.000 euros y entre las cerca de 40 aspirantes había cinco que presentaron ofertas por debajo de los 79.000 euros, que debido a una serie de fórmulas paramétricas se consideraba como el "valor de corte". A partir, cualquier rebaja podría incurrir en lo que se denomina como baja temeraria o desproporcionada.

Los servicios técnicos municipales y el propio gobierno local no querían que se repitiese lo ocurrido en la primera licitación, cuando la ganadora, con una oferta de en torno a 70.000 euros, comunicó una vez firmado el contrato y realizada el acta de replanteo que no podía ejecutar el proyecto en el precio ofertado. "Esta vez se le pidió a las cinco empresas que podían estar en baja desproporcionada que acreditasen su oferta y que comprobasen bien los pliegos del proyecto", explican desde el Concello. Esta obra se va a realizar con una subvención de la Diputación del año 2015, que ya fue prorrogada y que no se puede volver a prorrogar.

El requerimiento preventivo parece que ha tenido el efecto deseado. Las cuatro empresas que habían presentado las mejores ofertas -que oscilaban entre 71.900 y 75.800 euros- han renunciado al proyecto. Así las cosas se perfila como contratista Rocas Graníticas del Condado, que en el anterior concurso había quedado en segundo lugar y había acreditado que podía hacer la obra. Esta vez presentó una oferta de 77.000 euros.