El Concello de Moaña acogió esta semana su reunión trimestral de la Mesa contra la violencia machista, en la que además de las técnicas del Centro de Información á Muller y de representantes de la Policía Local y de la Guardia Civil, estuvieron presentes la secretaria xeral de Igualdade, Susana López Abella, y la subdirectora xeral para o Tratamento contra a Violencia de Xénero, Belén Liste.

El tema central de la reunión, antes de entrar a analizar en concreto cada caso de mujeres bajo medidas de protección en la villa, fue el funcionamiento del protocolo de derivaciones de las víctimas que son trasladadas a un centro de acogida. Aunque la concejala de Igualdade, María Ortega, reconoció el paso adelante que supuso la entrada en vigor de este protocolo hace un año, propuso varias mejoras, junto a las técnicas municipales.

En concreto, una de las demandas planteadas desde Moaña pide que se agilice, tramitándose por vía de urgencia, el traslado de expediente entre centros de educación de los hijos de mujeres que, por estar amenazadas y no tener una vivienda en la que quedarse, son derivadas a estos centros de acogida. "Nestes momentos os nenos nesta situación perden días de escolarización, pois o traslado de expediente pódese retrasar incluso unha semana", explicó Ortega tras la reunión de la mesa.

La edil señaló que esta y otras demandas planteadas por Moaña son comunes en otros muchos concellos, por lo que está convencida de que la secretaria xeral trabajará por darle cabida a las propuestas. "O protocolo entrou en vigor hai un ano. É normal que coa súa posta en funcionamento aparezan problemas que debemos corrixir", resalta Ortega.

En el caso de que los pequeños puedan seguir acudiendo al mismo centro educativo que antes de la denuncia de su madre, en la reunión de esta semana se planteó a la Xunta la puesta en marcha de mecanismos de traslado desde el centro de acogida al colegio en cuestión.

Desde el departamento de Igualdade del Concello de Moaña hacen una valoración general muy positiva del nuevo protocolo de derivaciones, "pois centralizou en Santiago todos os casos e directamente avisan do centro de acollida que conta con prazas". Y es que hasta hace un año eran las propias trabajadoras del CIM o de la Guardia Civil las que tenían que preguntar en cada centro si existían plazas libres cuando se encontraban con un caso de violencia machista con estas características.

La segunda parte de la mesa, centrada en el tratamiento de cada caso, prosiguió exclusivamente con los técnicos y las fuerzas de seguridad, ya sin participación de los políticos, por implicar datos privados.