Un nuevo vertido en el río Rialdarca, de Moaña, obligó ayer por la mañana a movilizar a una patrulla de la Policía Autonómica, así como a un técnico del organismo de Augas de Galicia, a una patrulla de la Policía Local y al propio concejal de Medio Ambiente, Odilo Barreiro, quien dio el aviso tras una denuncia de un vecino. Los agentes acudieron a la zona en compañía de un representante de la Asociación Veciñal Rialdarca, que reclama desde hace tiempo que se ponga fin a estos vertidos. El fuerte olor destapó que se trataba de un vertido de gasolina exactamente en el mismo lugar en el que se había constatado un foco de contaminación a mediados del mes de febrero.

Al igual que en aquella ocasión, la unidad de la Policía Autonómica, encargada de los delitos medioambientales, volvió a indicar las dificultades para precisar el origen de este vertido. "Non se detectou un fluxo constante de gasolina. Era moi visible a pátina de combustible sobre a lámina de auga do río e o fortísimo cheiro, incluso na lama das marxes do río, pero non se ve de onde flúe", explicó tras recorrer la zona con los agentes el propio concejal de Medio Ambiente.

Así las cosas, Augas de Galicia determinó realizar en fechas próximas una cata con una retroexcavadora de pequeño tamaño para determinar de dónde procede ese flujo de combustible hacia el río. "Pode ser que se atope un depósito vello ou outra razón que explique a contaminación", señala Barreiro. Ayer y los días anteriores no se registraron lluvias, por lo que se descarta el arrastre desde una zona lejana.

Augas de Galicia realizó en ocasiones anteriores un control estricto de la gasolinera ubicada en la carretera entre Moaña y Marín, descartando su relación con estos vertidos por no encontrar filtraciones de ningún tipo. Este organismo autonómico tiene conocimiento de los vertidos recogidos en denuncias anteriores.