Unos quince de vecinos de la zona de confluencia de las calles Ramón Cabanillas, Concepción Arenal y rúa A Canexa de Cándida Lago, participaron en la reunión convocada por el concejal de Medio Ambiente, Odilo Barreiro, en el compostero comunitario que ya funciona en la Praza de 25 de Xullo, en O Rosal, para explicar las condiciones del segundo centro que se quiere ubicar en la zona del paseo marítimo, junto a la estatua del Emigrante y que está generando rechazo. Once personas ya se anotaron ayer para adherirse a este nuevo compostero y otros se llevaron la hoja de inscripción. la idea es ponerlo en marcha cuando se reúna el mínimo de 50-60 personas adheridas, aunque se ofrecerá a cafeterías por lo que el número podría ser menos.

Barreiro explicó la necesidad de seguir avanzando en el programa Revitaliza de la Diputación para conseguir los objetivos marcados por la UE que obliga a reciclar el 50% de los restos orgánicos en el año 2020. De igual manera, explicó los condicionantes para ubicar los centros de compostaje comunitaria: terreno llano, proximidad a zonas con densidad de población y a una toma de agua. La ubicación junto a la estatua se debe a la cercanía de la fuente para poder realizar la captación del agua. El maestro compostero explicó el proceso de compostaje y las distintas fases de maduración, y repartió bolsas con compost maduro.

Campaña de firmas

A la reunión acudieron miembros de la directiva de la Asociación de Praia Seara y de la plataforma del Paseo de Seara que mostró su rechazo a este nuevo compostero y repartió las hojas de la recogida de firmas que está realizando para que no se ubique. La encabezan con"sin entrar a valorar la conveniencia de obtención del proceso de compostaje" y argumentan seis razones para oponerse. Dicen que es una "aberración" para la armonía y cromacidad del entorno, una falta de respeto no sólo por la cercanía al monumento al Emigrante sino a las víctimas del naufragio del Ave del Mar.; una fuente de malos olores, una acumulación de residuos en la vía pública y que la normativa de la UE va dirigida a las grandes ciudades, en donde hay los problemas de residuos, porque en municipios pequeños como Moaña, se utilizan las algas para abonar las huertas y tienen mini granjas para el autoconsumo. Por último rechazan que alguien de fuera les enseñe a aprovechar sus residuos y se oponen a que se realice en terrenos públicos.