Técnicos de Augas de Galicia acudieron este mismo martes a las instalaciones del astillero en el que se están desmontando las jaulas. El responsable de la empresa señala que el desguace se está realizando con precauciones para no verter agua sucia ni elementos contaminantes al mar. De hecho, esgrime la calidad del agua de la playa de O Cocho, muy cercana a sus instalaciones y con una calificación de "excelente" por parte de los inspectores de la Consellería de Sanidade al menos durante los últimos cuatro años, y todo ello pese a que este pequeño arenal se ubica al lado de varios astilleros.

Las denuncias ante Portos durante la primera fase de desguace en la rampa de Domaio pusieron en alerta a los inspectores, pero tanto desde el astillero como desde la chatarrería propietaria de las jaulas aseguran cumplir los protocolos de limpieza y tratamiento posterior de los residuos.

Las instalaciones que ahora se desmontan iniciaron su actividad de cría de rodaballo en 2002 con la intención de salir al mercado por primera vez en el año 2004, con 200 toneladas de rodaballo. Los planes se frustrarían en buena medida por la aparición de un parásito que generó una alta mortandad, hasta el punto de incurrir en pérdidas estimadas de 1,5 millones de euros.

Los incendios que arrasaron buena parte de los montes de Domaio durante el verano del año 2006 también afectó a esta explotación acuícola. Las cenizas arrastradas al litoral por las lluvias del invierno siguiente generaron de nuevo altas tasas de mortandad. En 2009, la cooperativa que había sido puesta en marcha por 46 extripulantes de O Morrazo que faenaban en el banco canario-sahariano tuvo que recurrir a un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

Desde entonces, y pese a los intentos de destinar las instalaciones a otros productos para salvar la inversión, apenas se registró actividad en las mismas.

Alternativas

En 2012 se conoció que el vivero, que llegó a tener capacidad para producir 450 toneladas de rodaballo al año, logró el permiso de la Secretaría Xeral do Mar para criar bivalvos. Se trataba de un proyecto experimental para comercializar cría de almeja para sembrar los bancos marisqueros, así como vieiras y ostras directamente para consumo.

Ninguna de estas alternativas acabaron por reflotar este proyecto de acuicultura que, si se cumplen los plazos, pasará a ser historia totalmente a mediados del próximos mes.