El club de jubilados de Domaio, ubicado junto al puerto, fue objeto de un robo en la madrugada del viernes en el que los autores ocasionaron más daños materiales que se llevaron botín. Con una piedra de unos 10-12 kilos rompieron una puerta trasera de cristal, por la que entraron al inmueble. Primero intentaron hacerlo por otra puerta, cuyo cristal también rompieron, pero se encontraron con una verja. De igual forma, rompieron un gran ventanal del local, de 2 metros por 80 centímetros y destrozaron la puerta de madera de la oficina.

En el interior de la oficina se apoderaron de casi 200 euros de la recaudación del club por el cobro de recibos. En la cantina, sin embargo, no hubo daños. El presidente del club, Benito Solla, se lamentaba ayer de lo sucedido. Hace año y medio también sufrieron otro robo.