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Estructuras de 24 metros cuadrados cada una

Las jaulas de Loitamar que quedaban fondeando y cuyas tareas de desguace se han retomado tienen un tamaño de unos 24 metros cuadrados cada una, por 2,5 metros de profundidad.

Constituyen el resto material de un proyecto pionero que debería haber sido una salida para marineros del banco canario-sahariano que se quedaron sin trabajo por la pérdida del acuerdo con Marruecos para faenar en ese caladero. Cientos de marineros de todo el Estado se vieron afectados y 46 extripulantes de O Morrazo pusieron en marcha la cooperativa Loitamar en O Morrazo.

En julio de 2002 comenzaron los cultivos de rodaballo con 13 personas en plantilla. En un año habían quintuplicado su capacidad de producción y la intención era salir al mercado por primera vez en 2004 con 200 toneladas de rodaballo. Pero poco a poco se sucedieron los problemas que frustraron el proyecto.

Un parásito afectaría a buena parte de la producción, con pérdidas estimadas en 1,5 millones de euros. Comenzaron los problemas económicos. En 2009 se produjo un ERE, después de sufrir otro revés debido a las cenizas arrastradas al litoral procedentes de los incendios que arrasaron los montes de Domaio en el año 2006.

Cuando comenzó el desmontaje de las jaulas, en abril de 2015, las instalaciones llevaban al menos 4 años sin producción ni actividad. Los colectivos vecinales de Domaio exigen desde entonces su retirada de la lámina de agua.

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