La brigada municipal de Obras tuvo que colocar ayer vallas protectoras en el entorno del atrio de la capilla de San Roque. El objetivo es impedir que entre gente al atrio para ver como quedó la capilla aplastada por una rama del pino manso centenario que preside la zona. La cinta no fue suficiente para alejar a los curiosos de este espacio y tanto desde la Alcaldía como desde la propia Policía Local se recuerda que existe un gran riesgo de desplome.

Sigue sin fecha la retirada de la gran rama que aplasta en tejado de este templo centenario. El arquitecto municipal está preparando el expediente que después del gobierno debe de trasladar a Patrimonio y del que debe conocer también el Arzobispado de Santiago, en su calidad de propietario.

Según manifestó la concejala de Obras y Servicios, Mercedes Giráldez, la rama abrió más hueco en el tejado de la capilla, por lo que ahora es más probable que la lluvia que está cayendo estos días se filtre hasta el templo. Hay que señalar que la Imagen de San Roque se guarda en la iglesia de Darbo y que allí solo hay pequeñas imágenes.