La Audiencia Provincial de Pontevedra no solo impone a Marino Giménez la obligación de presentar una fianza de 100.000 euros en el plazo de cinco días o volverá a la cárcel, sino que establece las mimas medidas cautelares que también impuso a su hermano y líder de clan de los Morones, Sinaí Giménez. Destaca, entre ellas, la prohibición de acercarse a menos de un kilómetro de los mercadillos de Moaña, Redondela, Sabarís, Pontevedra, Porriño, Tui, Ponteareas, Barro, Cangas y Vigo. La defensa de los testigos protegidos había apuntado al poco tiempo de que el juez de Cangas decretara la libertad de Marino Giménez, que había sido visto en varios mercadillos.

En el acuerdo de ratificación de la situación de libertad provisional de Marino Giménez también se señala que mientras no deposite la fianza que se le impone deberá presentar se deberá presentar diariamente y comparecerá apud-acta en el Cuartel de la Guardia Civil más próximo a su domicilio. También se le retira el pasaporte con la prohibición de salir del territorio nacional y dicho documenta tiene que ser entregado en el Juzgado de Instrucción de Cangas de forma inmediata.

Marino Giménez fue el único hermano que salió de la cárcel de Teixeiro, de la que entró en el mes de mayo del pasado año tras ser detenido en la Operación Vida.

El informe forense tuvo mucho que ver en la decisión de otorgar la libertad a Marino Giménez. Padece obesidad mórbida y entró en la prisión pesando 310 kilos. Está acusado, al igual que sus hermanos, Sinaí, Juan Paulo y Saúl, de pertenecer a banda organizada, blanqueo de capitales, amenazas, tráfico de drogas y extorsión.