Más de tres meses pasaron desde que el Juzgado de lo Social número 5 de Vigo condenara a la concejala de Medio Ambiente del Concello de Cangas, Tania Castro (ACE) a indemnizar a un empleado suyo, Juan Carlos Maceira Sánchez, con 5.471,61 euros. FARO DE VIGO publicaba la sentencia el día 20 de octubre del pasado año. En aquel momento, el alcalde Cangas, Xosé Manuel Pazos (ACE) no quiso entrar en una cuestión que consideraba ajena al Concello, sin embargo ayer, presionado por los medios digitales de Madrid que se enteraron del fallo judicial se vio obligado a intervenir, después de dejar claro que Tania Castro es miembro de Podemos, está en la Coordinadora Gallega y que se debe a su código ético.

El regidor local rechazó que pidiese su dimisión a la edil de Podemos que iba incluida en las listas de Alternativa Canguesa de Esquerdas. Asegura que solo mencionó que cualquier concejal que cometa un delito debe dimitir, pero entendía que la edil había cumplido la sentencia impuesta por el juzgado de lo social y que se trataba desavenencias entre la edil, que en 2014 regentaba la cafetería del Colegio Oficial de Arquitectos, y uno de sus empleados, que acabaron dirimiéndose en el juzgado. Asegura que Tania Castro está bajo el código ético de Podemos y que le vale el cumplimiento de la sentencia impuesta, "non teño intención de ir máis alá". Xosé Manuel Pazos está convencido que esta campaña de desprestigio contra su concejal forma parte de una cuestión política que va más allá de su condición de concejala de Cangas y tiene más que ver con el hecho de ser Tania Castro la mano derecha de las secretaria xeral de Podemos Galicia, Carmen Santos. En este sentido, Xosé Manuel Pazos habla de las guerra internas de Podemos y también de los enemigos de esta formación.

Tania Castro también habló ayer sobre su situación. Quiere dejar claro que no cometió ningún delito, que su historial está limpio y que si no reaccionó antes fue porque no entendía la importancia pública de este pequeño episodio de su vida privada, "donde creía que tenía que seguir estando". Asegura que tuvo una empresa y que tuvo un desacuerdo laboral con un trabajador, con el que no llegó a un arreglo, por el que el caso se dirimió en los tribunales, "me defendí mal y perdí", asegura. La dirigente de Podemos afirma que no pudo pagar las tasas para recurrir y que cumplió la sentencia.

La edil explica cómo era su situación de empresaria en 2014. "El motivo de la apertura del local fue emprender un negocio por cuenta propia que consolidase puestos de trabajo y, en particular, la contratación de personas cercanas a mí que estaban desempleadas. Fuimos hasta 6 personas que trabajamos en el local, cinco contratados y yo. De todos los empleados, sigo manteniendo una buena relación con 4 de ellos, todos excepto el empleado que me denunció. Los contratos fueron: 2 empleadas a jornada completa, una de 9.00 a 17.00 y otra de 13.00 a 21.00; un empleado de refuerzo contratado dos horas, un empleado de refuerzo contratado 3 horas -el denunciante- y otro con un contrato en prácticas de 6 horas". En las elecciones municipales de 2015 fue elegida concejal y a raíz de eso decidió traspasar el local para ejercer su nuevo cargo, por el que no recibe un salario. "Todas las empleadas comprendieron el traspaso menos este empleado, al que tuve que denunciar por acoso, denuncia a la que reaccionó interponiendo la demanda por trabajo un día después. El día del cierre necesité la presencia de la Policía Nacional de Vigo por la actitud del empleado conmigo y con las demás empleadas., actitud de acoso e intimidación que siguió propinándome en las redes sociales y por teléfono, motivo por el cual tuvo que volver a denunciarlo ante la Guardia Civil".

Tania Castro está convencida de que se trata de una persecución de carácter político, de que la sentencia se utiliza contra ella para dañar a Podemos y asegura que cuenta el respaldo del secretario de organización del Podemos, Pablo Echenique, que está enterado de la situación. La edil de Cangas estuvo ligada a la secretaria xeral de Podemos en la campaña de las elecciones autonómicas, incluso pensó en abandonar su cargo de concejal de Cangas para dedicarse más al partido en Santiago de Compostela, donde estuvo trabajando varios meses después de las elecciones gallegas al lado de la secretaria xeral Carmen Santos.