La carretera general que atraviesa Moaña, la PO-551, muy transitada desde el cierre temporal de parte del Corredor do Morrazo, registró en los últimos días desprendimientos de piedras desde un talud del monte a la altura de la parroquia de Meira. Concretamente la caída de estas piedras, que llegaron incluso a ocupar parte del asfalto pero que, sobre todo, se despeñaron sobre la acera, se produjo desde el talud que forma el monte en el punto kilométrico 28+900 de la carretera general, poco antes de la curva previa a los semáforos del cruce de A Guía. El gobierno local remitió un escrito a la jefatura provincial de la Axencia Galega de Infraestruturas (AXI) rogando que se actúe en esa zona "coa maior celeridade posible", para evitar riesgos innecesarios a los viandantes y conductores.

Alertados por varios usuarios de la carretera, la patrulla de la Policía Local se desplazó el miércoles de la pasada semana a esta zona, en donde comprobó este desprendimiento de "rochas de tamaño grande" como refleja en su informe. Alerta también de que el talud presenta varias grietas que denotan un "perigo inminente de máis desprendementos". El mismo día 14 los agentes municipales avisaron de lo que ocurría al servicio de emergencias del 112. Este supuesto riesgo inmediato de más desprendimientos hizo que en la solicitud del Concello pidan medidas preventivas de seguridad, "pois estes desprendementos prodúcense cada pouco tempo e supoñen un perigo para os viandantes e para os conductores", apunta la teniente de alcalde, Marta Freire, tras remitir el escrito a la Xunta, titular de la principal vía de comunicación interna de Moaña. Se producen en el talud ubicado en el margen derecho en dirección Domaio-Cangas.

Estos desprendimientos se suman a los que ocurren en otros puntos del viario municipal durante las jornadas de lluvias, como la carretera que rodea las instalaciones de la empresa Rodman, en donde el talud se demuestra inestable.