Los nuevos muestreos del agua de los grifos del colegio Nazaret realizados por la empresa concesionaria, la UTE Gestión Cangas, y analizados por el laboratorio vigués VithasLab ofrecen unos resultados radicalmente distintos a los que hizo públicos la semana pasada la Consellería de Sanidade, que detectó una elevada presencia de metales pesados que podrían poner en riesgo la salud. Las pruebas más recientes sitúan la presencia de níquel en menos de un microgramo por litro, muy por debajo de los más de 200 que figuraban en los datos de la Xunta y que se situaban por encima de los valores permisibles. El mismo descenso se detecta en los niveles de plomo, y más discreta, aunque también significativa, es la disminución de la presencia de aluminio, que es ahora de 62,71 unidades, cuando el límite es de 200. El único metal que sigue sobrepasando el límite es el hierro, aunque solo por una décima, ya que registra 0,21 unidades por miligramo cuando el tope permitido es 0,20.

Los análisis de Sanidade se realizaron el 21 de noviembre en el cuadro de contadores del centro, aunque no se alertó de los parámetros al colegio ni al Concello de Cangas hasta el 12 de diciembre, junto con la advertencia de que deberían contrastarse con otras pruebas que el gobierno local ordenó realizar al día siguiente a la empresa concesionaria del servicio y cuyos resultados se conocen ahora y ya han sido remitidos a la Xunta. Al mismo tiempo, se restringió el consumo de agua del grifo, se habilitaron garrafas de agua embotellada con dispensadores y se investigaron las posibles causas de unos desniveles que sorprendieron a los responsables políticos y educativos, ya que a principios de este año se sustituyeron las antiguas tuberías del colegio porque estaban oxidadas y repercutían en la calidad del agua, como constataban los análisis realizados entonces.

Tanto los técnicos de la empresa como los responsables políticos creen que el desajuste registrado por Sanidade deriva de que el muestreo se realizó un lunes por la mañana, tras un fin de semana sin actividad, y sin dejar correr el agua, lo que provocó una elevada presencia de residuos metálicos acumulados por decantación en el lugar de la toma. No obstante, la concejala de Obras e Servizos, Mercedes Giráldez, recalca que desde el Concello se mantendrá el seguimiento de este asunto y apunta que se aprovecharán unas obras previstas en la entrada al colegio desde la Rúa Real, donde también se encuentra la acometida de agua, para revisar la conexión y las canalizaciones de agua hacia el centro.