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La segunda jubilación de José Alfaya

El presidente del Club de Jubilados Villa de Bueu deja el cargo a los 91 años de edad

Una de las multitudinarias reuniones de confraternidad en Amil, en el año 2010, con José Alfaya en el centro. // Noe Parga

"Uno siempre piensa que es un chaval, pero la verdad es que ya tengo 91 años", cuenta con una sonrisa José Alfaya Cerviño. A sus 91 años el veterano presidente del Club de Jubilados y Pensionistas Villa de Bueu afronta la que se puede considerar su segunda jubilación. La primera fue cuando dejó su trabajo activo en el mundo del mar, que le permitió recorrer buena parte del mundo como mecánico naval e inspector naval en empresas como la antigua Casa Mar (donde estuvo 21 años), Pesquerías Rodríguez de San Sebastián o Meirama. De esa vida en el mar guarda con especial cariño una de las condecoraciones más importantes que se pueden recibir: la Cruz al Mérito Naval con distintivo blanco. La segunda jubilación le llega ahora, después de comunicar ayer a sus compañeros de directiva su decisión de dejar el cargo de presidente que ha ocupado durante los últimos 17 años.

A lo largo de estas casi dos décadas la entidad ha experimentado grandes cambios, dejando su antigua sede en el entorno del cruce de la Escola Náutica por el Centro Social do Mar. "Llegamos a ser casi 3.000 socios, aunque en estos momentos andaremos por los 500 ya que ahora se organizan muchos más bailes,excursiones y viajes", explica el ya expresidente del Club Villa de Bueu. Él dejará su cargo en la directiva, pero no su condición de asociado. "Seguiré siendo socio mientras viva", afirma convencido.

De todos estos años en el club se queda con el buen trato de los compañeros y de la sociedad en general, "que se portó muy bien", y con las numerosas actividades organizadas: bailes, actividades especiales en el carnaval (como bailes de disfraces o concursos gastronómicos), viajes por toda España, homenajes a los mayores del municipio o las reuniones de confraternidad en Amil, entre un largo listado de iniciativas. "Pero ya no tengo el arranque de antes. Ya no soy capaz de ir a las seis de la mañana a la sede a organizar y preparar cosas y tenía el club un poco abandonado. Es ley de vida porque aunque uno se vea un chaval el tiempo y los años pasan. En el club sobre gente preparada para coger la directiva", concluye José Alfaya Cerviño.

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