"É un tema recurrente e cíclico dende hai moitos anos", señala Chillón, que recuerda que la última reunión sobre este asunto se produjo en Melide en noviembre de 2011 y desde entonces no ha habido avances. Por aquellas fechas solo nueve conservatorios en Galicia estaban gestionados por la comunidad autónoma, los mismos que ahora. Otros 20 concellos, en tiempos mejores, decidieron poner en funcionamiento este servicio en sus municipios ante la escasez de plazas o la lejanía de los costeados por la Xunta. Su financiación acabó siendo un grave problema para las mermadas arcas locales, que llevan una década alertando de que, sin apoyos, tendrán que cerrar sus conservatorios.

En 2011, el objetivo de los concellos afectados era que entre la Xunta y las diputaciones se hicieran cargo del 66% del coste de las nóminas del profesorado, que es el gasto más elevado, y para sufragar el otro 33% de este concepto recurrirían a subir las tasas a los usuarios, que no llegan a cubrir el 20% de los costes reales, que incluyen el mantenimiento, luz, agua, calefacción o limpieza. El lunes, en Santiago, actualizaron la "táboa de obxectivos a acadar", formada principalmente por la integración de la Rede de Centros Oficiais de Conservatorio, de titularidad de la Xunta, y gestionar con otras administraciones un convenio que lo haga viable. Todo sigue igual.