El consumo de agua del grifo está restringido desde ayer en el colegio de Nazaret, en Cangas, tras detectar la Consellería de Sanidade una elevada presencia de metales pesados que pueden suponer un riesgo para la salud. Los análisis realizados en el cuadro de contadores del centro deberán contrastarse con otras pruebas que el Concello ordenó realizar ayer a la empresa concesionaria del servicio, la UTE Gestión Cangas, y cuyos resultados se conocerán hoy. Al mismo tiempo, se investigan las posibles causas de unos desniveles que han sorprendido a los responsables políticos y educativos, ya que a principios de este año se sustituyeron las antiguas tuberías del colegio porque estaban oxidadas y repercutían en la calidad del agua, como constataban los análisis realizados entonces.

Ahora, el mayor desajuste se registra en el presencia de níquel, que sobrepasa las 200 unidades, por encima de los niveles de seguridad. El porcentaje de hierro, aluminio y plomo también están por encima de lo recomendado, aunque sin alcanzar picos preocupantes, señala la concejala de Servizos, Mercedes Giráldez, que hace el seguimiento de este asunto. Los padres y madres del alumnado también han sido informados a través de una aplicación por teléfono móvil y se les recomienda que sus hijos traigan de casa el agua embotellada que puedan necesitar. Además, el propio colegio dispone de garrafas de agua con dispensadores para este fin y espera reforzar el suministro en los próximos días, si no se arregla antes esta situación.

Entre los afectados llama la atención que la analítica de Sanidade se realizara el 21 de noviembre pero no se notificaran oficialmente los resultados al Concello y al colegio de Nazaret hasta este lunes, tres semanas después. Este hecho también hace pensar que los niveles de metales pesados detectados no son alarmantes, aunque los contraanálisis realizados ayer deben determinarlo. Mientras, se mantendrá la restricción de consumo.

Además de en Nazaret, en los mismos días se analizaron otros puntos de suministro de agua en lugares públicos. Es el caso del colegio de Espiñeira, en Aldán, que hace un año presentaba niveles elevados de hierro que han sido corregidos y actualmente todos los valores son normales.