El equipo que trabaja en las excavaciones de las dos áreas del castro de Montealegre que se verán afectadas por las obras de desdoblamiento del túnel, necesarias para convertir el Corredor do Morrazo en autovía, desmantelará de forma ordenada y debidamente catalogadas todas las piedras de las cinco estructuras sacadas a la luz con los trabajos que arrancaron el 11 de mayo. Se salvarán así de las obras. La Xunta trabaja en su reconstrucción exacta en otro punto, una alternativa que había planteado también el Concello. De momento no se determinó la ubicación para llevar a cabo esta reconstrucción.
Así lo explicaron ayer desde la Consellería de Infraestruturas y así lo apuntó el propio arqueólogo que dirige las excavaciones, Miguel Vidal. En las últimas semanas hubo movimientos por parte de colectivos vecinales para reclamar que no se viese afectado este castro.
En total se descubrieron cinco cabañas que tuvieron diferentes usos como viviendas, almacenes y talleres. En las dos áreas en excavación, en las laderas oeste y este de este monte de Domaio, los estratos sobre los que se trabajan estuvieron habitados en el llamado "cambio de era", entre el siglo I a.C. y el siglo I d.C. Junto a las estructuras se descubrió también un enlosado que servía de acceso a un poblado castreño que se calcula que en su periodo de máximo apogeo llegó a contar con 300 habitantes.
La previsión inicial era que las excavaciones finalizasen en noviembre, para poder iniciar la construcción del segundo falso túnel. Sin embargo, el alto volumen de piezas con valor histórico que aparecen, así como la dificultad de las excavaciones debido a la pronunciada pendiente de las laderas, retrasó la investigación histórica. Patrimonio todavía no determinó cuándo finalizarán estos trabajos, que a buen seguro se prolongarán más allá del mes de enero.
El arqueólogo explica que en estos 7 meses se han recuperado ya unas 23.000 piezas con valor histórico. La mayoría de ellas son utensilios de piedra, objetos de metal -algunos con valor decorativo- y restos de cerámica. La cantidad de ánforas de cerámica que aparecen revelan que la población del Castro de Montealegre comerciaba con distintos productos a través del comercio marítimo.
La pieza más destacada sigue siendo la escultura antropomorfa de piedra granítica de unos 60 centímetros aparecida a finales de verano. De momento todavía no se pudo determinar si tenía una función útil o puramente simbólica. Apareció descabezada, y está descartado que represente a un guerrero.
Todas las piezas extraídas están en proceso de estudio y catalogación. Un especialista en cerámica del cambio de era estudia estos restos. La Universidade da Coruña está analizando las piezas metálicas y expertos de la Universidad de León analizan los restos de conchas aparecidos en un gran conchero en la ladera este, que revela que los moluscos formaban parte capital de la dieta de los residentes en el castro de lo que hoy es la parroquia de Domaio.
Tras el complejo proceso de estudio y catalogación está previsto que todas las piezas pasen a formar parte de los fondos del Museo de Pontevedra.
Miguel Vidal explica que la retirada de las cinco cabañas en los puntos en los que el castro se verá afectado por las obras no se hace habitualmente. "Depende de la calidad de las piezas que se encuentren, aunque no es algo excepcional", señala.
Mientras tanto, la plataforma para salvar el castro mantendrá hoy una reunión con la empresa que se encarga de convertir en autovía el primer subtramo del Corredor. Buscan alternativas para conservar el yacimiento.
Desde la Xunta se aseguró hace semanas que apenas se vería afectado un 1% del castro y que esa parte sería estudiada de forma exhaustiva.
