El Concello de Bueu reactivará hoy las obras de remodelación del estanque de la Praza Massó con el hormigonado de varias zonas, paso previo a actuaciones más complejas, como la conversión del mismo en una fuente cibernética. La empresa contratada por el gobierno local procederá a lo largo de la jornada de hoy a habilitar los parterres con hormigón coloreado de verde para dar una imagen más "vegetal" en el área. Asimismo, utilizará hormigón impreso con imitación a piedra para crear un efecto de senda peatonal en el lugar.

Se espera que los trabajos finalicen hoy mismo y sirvan como anticipo de la transformación completa de la laguna, que quedaría anulada. De este modo, está previsto que en próximas fechas se ejecute la delimitación de todo el perímetro del cañaveral a fin de protegerlo e impedir el acceso de personas y animales.

Más adelante se acometerá la parte final y la más atractiva del proyecto realizado por los técnicos municipales y que, en principio, se ejecutaría con fondos propios. Y no es otra que la instalación de una fuente cibernética transitable con una docena de surtidores de agua verticales y otros tantos proyectores sumergibles, que emplearán la tecnología de bajo consumo LED, además de un sistema interactivo de juegos. La nueva infraestructura ocupará un espacio aproximado de algo más de 50 metros cuadrados, lo que no cubrirá por completo el espacio del estanque. El plan de actuación se completaría con un sistema de tratamiento de aguas y un mecanismo de control con un software integrado con sensores de presencia, elementos para evitar vandalismo y paneles informativos. El objetivo final es contar con una nueva estructura que valorice uno de los espacios más céntricos y utilizados por jóvenes y adultos en todas las épocas del año. Inaugurada en 20009 como parte de la urbanización Massó, la plaza ha sufrido varias actuaciones en los últimos años -una de ellas fue la colocación de la escultura del artista José Solla- para convertirla en uno de los referentes del pueblo.

La reforma del estanque de la Praza Massó se inició a principios de verano ante las dificultades de mantener el espacio en buenas condiciones y por el estado que presentaba el cañaveral, deteriorado por la ausencia de oxígeno para las plantas. De este modo, el gobierno local optó por romper el hormigón que acotaba la zona verde para airear las raíces del cañaveral y anuló los pasos peatonales intermedios.