Sigue sin haber una fecha límite ni un ultimátum, pero desde la Consellería de Política Social acaban de trasladar a la Asociación Párkinson Provincia de Pontevedra (Apropark) una propuesta para dejar las instalaciones que ocupa en la Casa do Mar de Bueu. El departamento autonómico ha propuesto a la directiva trasladarse a la planta alta de la antigua Casa do Mar de Marín, donde estaba la unidad de pediatría. El inmueble de Marín, a diferencia del de Bueu, no está sujeto a un expediente de retrocesión o devolución al Instituto Social de la Marina (ISM).

La oferta de la Xunta pone en una delicada tesitura a la asociación, que por un lado es consciente de que las dependencias de la Casa do Mar de Marín son más amplias y mejor distribuidas. Pero, por otro lado, ese traslado supondría un trastorno para muchos de los usuarios y no estaría exento de un aumento en los costes económicos. "Actualmente ya realizamos una media de 1.200 kilómetros a la semana en traslados de pacientes y si nos vamos a Marín esa media subiría como mínimo a 1.600 kilómetros, con el gasto que conlleva en combustible y mantenimiento de vehículos", explica la presidenta de Apropark, Begoña Cerqueiro.

La "prioridad" ineludible para la asociación es no perder usuarios y eso pasa por mantener su sede central en Bueu, que además es el lugar donde tuvo su origen Apropark en noviembre de 2003. Actualmente atiende a 152 personas de toda la comarca de O Morrazo y llega a Pontevedra, O Salnés y Arousa, donde también cuenta con locales cedidos por los ayuntamientos de Pontevedra y Vilagarcía. "Algunas personas ya nos avanzaron que si dejamos Bueu tendrían que abandonar la asociación", reconoce Cerqueiro.

Apropark ocupa parte de la planta baja de la antigua Casa do Mar de Bueu desde el año 2007, cuando el entonces gobierno bipartito de la Xunta de Galicia consensuó con el Estado la transferencia de edificios dependientes del ISM. La asociación consiguió que la entonces Vicepresidencia de Benestar e Igualdade le cediese las dependencias que ocupaban los jubilados, que se pasaron al Centro Social do Mar. Sin embargo, en el año 2012 la administración autonómica inició un procedimiento para devolver al Gobierno central algunos de esos inmuebles, un lote en el que se incluía la antigua casa do Mar de Bueu.

La retrocesión no se ha culminado hasta la fecha porque para hacerse efectiva la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) exige como requisito imprescindible que las instalaciones se encuentren vacías. "Hemos hablado con la Seguridad Social y nos dicen que por ellos no habría problema en dejarnos el local, pero previamente hay que dejarlo libre", indican desde la directiva de Apropark. Eso significaría desmontarlo todo y dejar durante un tiempo indefinido a los usuarios sin el local donde reciben tratamiento y terapia.