Vecinos de un edificio de la calle Seixo, en Cangas, se quejan de los ruidos y molestias que genera un taller de vehículos ubicado en el bajo del inmueble y de la falta de voluntad y diligencia de los representantes municipales para tomar medidas que solucionar el problema. Uno de los afectados ya ha contratado un abogado para llevar el asunto por vía judicial y presenta un informe pericial que determina que el local no se ajusta a las normas de aislamiento acústico previstas en el proyecto ni tampoco a las exigencias de salubridad y calidad del aire interior por carecer de ventilación.

Asimismo, los denunciantes encuentran irregularidades en la tramitación, como que el certificado de final de obra no está visado o que no se justifican algunas medidas correctoras. Desde el Concello, técnicos y políticos coinciden en que el taller se ajusta a la legalidad y no existen motivos para cerrarlo o interrumpir su actividad.