Los percebeiros de Cangas ya podrán faenar en los acantilados de la costa de Soavela sin otra preocupación que el embate de las olas contra los acantilados y regresar a sus vehículos aparcados en Red Natura con la certidumbre de que no encontrarán en el parabrisas más multas de los agentes de la Policía Autonómica. El vicepresidente de la Xunta y conselleiro de Xustiza, Alfonso Rueda, se comprometió ayer con el alcalde, Xosé Manuel Pazos, a "ter en consideración as especiais circunstancias" que afrontan estos trabajadores del mar, que deben cargar con pesados pertrechos para llegar a las rocas, sobre todo cuando hay mal tiempo y no pueden acceder a ellas por mar, por lo que no serán sancionados si dejan los coches estacionados en espacio natural protegido cerca de donde faenan. El único requisito es que dispongan, en lugar bien visible, de las tarjetas identificativas emitidas por la Cofradía y rubricadas por el Concello de Cangas.

En los últimos meses, los profesionales del mar recibieron varias notificaciones de sanción, por importe de 200 euros, por estacionar en lugares cercanos a Cabo Home que no están habilitados para ello. El caso más llamativo es el de un marinero que estaba colaborando en las labores de rescate de un pescador que falleció en las rocas de Cú do Lobo y que fue multado por aparcar en las inmediaciones del lugar del siniestro. "Os mariñeiros imos alí a traballar, non de paseo", protestó el patrón mayor de la cofradía San Xosé, Javier Costa, que advirtió de las dificultades que entraña para los percebeiros tener que aparcar en la zona habilitada próxima a Melide y cargar con los bártulos hasta los acantilados, por lo que instó a las autoridades a establecer "excepcións razonables" a la hora de multar.

A la reunión que mantuvieron el jueves en Santiago Alfonso Rueda y Xosé Manuel Pazos asistieron también el director xeral de Emerxencias de la Xunta, Luis Menor, y el inspector jefe de la Policía Autonómica, que recalcó el compromiso de que sus agentes harán excepciones con los percebeiros a la hora de multar por coches aparcados fuera de las zonas delimitadas para ello, particularmente el estacionamiento de Melide. El alcalde, satisfecho por la rapidez con la que se le concedió la reunión y con sus resultados, lo comunicó ayer al patrón mayor y luego se reunió con el gerente de la Cofradía San Xosé para explicarle en detalle el acuerdo alcanzado. "Nos alegramos de que el asunto esté arreglado y los percebeiros puedan trabajar sin esa preocupación; no es justo tener que pagar multas por ello", reconocía David Fernández tras salir del despacho del regidor.

La tarea más inmediata es actualizar las tarjetas identificativas del más de medio centenar de percebeiros adscritos a la cofradía de Cangas, que también están selladas por el Concello, así como los datos de los vehículos que utilizan en sus desplazamientos. Pazos tenía ayer sobre la mesa una docena de peticiones que se tramitarán "de inmediato". Celebra la "comprensión" de los responsables autonómicos y confía en este sea el "punto e final" al conflicto de las multas.