El secretario de la comisión de fiestas de San Martiño de Moaña, Manuel Uxío García Barreiro, asegura respecto a las quejas por la interrupción de la actuación de la banda Gaiteiros de Moaña, que dirige Xavier Blanco, que se les pidió disculpas, que se actuó así para permitir que los asistentes a la misa sabatina de las siete de la tarde pudieran escucharla sin que lo impidieran los sonidos de las gaitas y demás instrumentos musicales. Añade que además de mandar acortar la hora prevista para la actuación de los gaiteiros, de 6 a 7 de la tarde, también se disminuyó el tiempo programado para la Banda de Música de Redondela, que debía tocar de 7 a 8.

Como uno de los responsables de la programación de las fiestas, dice que lamenta que un compañero de la comisión mandara acortar las dos horas previstas de actuación, que de forma equitativa, correspondían a las bandas de gaitas y de música "cando existía a posibilidade de pedirlle aos responsables da megafonía que anulasen os altofalantes durante a cerimonia relixiosa por respeto as persoas asistentes a ela, tal e como mandei facer as 7 da tarde coincidendo co alargamento durante 10 minutos da actuación de dita banda de música". Insiste en mostrar las disculpas por lo sucedido, aunque al autor de las quejas, Jesús Costas, puntualiza que se trató de un acto ailsado de la nueva comisión de San Martiño, fruto de la inexperiencia, y que corregirá el próximo año, porque "baixo ningún concepto se despreza as nosas raíces pois, como puido comprobar a multitude de asistentes ás festas que remataron o domingo, varios gaiteiros actuaron nos furanchos e, a propia comisión, ademáis dos dirixidos por Xavier Blanco, contratou a tres charangas, unha delas con gaita incluida; como tamén ao grupo de baile e gaita "Moañesa de música e danza" que colleitaron un grande éxisto de público dende as 7 ata as 8 do serán do derradeiro día de festa".

Insiste Manuel Uxío García para confirmar esterespeto que este año también se tuvo en cuenta para confeccionar el programa que en 1874 comenzó a tocar por primera vez una banda durante las vísperas y en la fecha del patrón; y que después fueron tres durante la primera mitad del siglo XX en una tradición que se conservó este año con las bandas de Moaña, Barro y Redondela.