Los responsables de Conservas Iglesias reunieron esta semana a los sindicatos y al comité de empresa para trasladarle la situación de las finanzas de la conservera, cuya actividad está paralizada desde este lunes. Se comprometieron con los representantes de los trabajadores a abrir un canal de comunicación estable para explicar cada paso que se dé. Y es que la compañía se encuentra en apuros desde que los bancos pararon la inyección de liquidez que permite la adquisición de materias primas.
De momento, los gestores de la conservera aseguraron a los trabajadores que se encuentran en conversaciones avanzadas con nuevas entidades financieras con la intención de retomar la actividad en el periodo más breve posible. Desde los sindicatos entienden incluso que en unos 15 días la producción podría estar activa de nuevo.
Con unos 70 trabajadores entre su nueva fábrica de Moaña y su almacén de O Porriño, al menos tres cuartas partes de la plantilla tienen un contrato fijo discontinuo. Al entender, desde la empresa, que el cese de actividad que arrancó este lunes tendrá una duración limitada, no se envió al paro a los empleados con este tipo de contrato, sino que están oficialmente de vacaciones. Los empleados con un contrato fijo -sobre todo administrativos y personal de mantenimiento- siguen acudiendo a la fábrica.
El pasado jueves los sindicatos habían solicitado formalmente la reunión celebrada este lunes, para recibir información directa sobre el estado financiero de la empresa y su futuro inmediato. Aunque la plantilla mantiene su "inquietud", sus representantes consideran positivo que al menos vayan a recibir información sobre los pasos que se darán.
La producción de Conservas Iglesias arrancó en febrero en su nueva nave de Domaio, en cuya puesta a punto se invirtieron unos 5,5 millones de euros. Al trasladar sus líneas de producción desde la nave de Ojea en Cangas consiguió triplicar su espacio productivo, que ahora supera los 3.000 metros cuadrados. La intención al reabrir en Moaña era llegar a poner en el mercado 150.000 latas de productos en conserva cada día.
Conservas Iglesias trata de recuperar el oxígeno financiero después de que los bancos retirasen su confianza al conocerse que la Agencia Tributaria ha abierto una investigación al gerente de la compañía por un presunto fraude fiscal. En todo momento los responsables de la industria centenaria insisten en que se trata de un negocio viable y rentable por su volumen de ventas.
