Accidentes como el de ayer sirven para poner de manifiesto que las consecuencias en el corte temporal de tráfico en el Corredor do Morrazo van más allá de los molestos atascos y retenciones de tráfico. Los servicios de emergencia ven como el margen de respuesta aumenta considerablemente porque se incrementa la distancia del trayecto a realizar y la intensidad del tráfico. En casos como los de ayer, en los que el factor tiempo es absolutamente crucial, ese rodeo supone un grave inconveniente.

La ambulancia ayer pudo coger el Corredor en A Portela y lo dejó en la salida de Meira de Arriba, para bajar hacia la PO-551 y luego hacia la AP-9. La demora es también extensible al trayecto de regreso, una vez que los técnicos dejan a la persona herida en el centro hospitalario de Vigo que le corresponda. Ese retorno a la base es aún más largo porque el vehículo ya no está en servicio de emergencia y vuelve con la sirena y las luces rotatorias apagadas.

Accidente en Bueu

En el mismo lugar donde ocurrió ayer este accidente laboral se registró previamente una colisión por alcance entre dos coches. Uno de los vehículos frenó en un paso de peatones y el conductor que venía detrás no reaccionó a tiempo. La conductora del primer coche tuvo que ser trasladada a Montecelo.