Escasas capturas pero buena calidad del producto. La tónica ayer en buena parte de las lonjas gallegas se repitió casi milimétricamente en Bueu, en donde los 224 kilos subastados suponen una de las cantidades más bajas de los últimos años en el primer día de apertura de la veda de la centolla. Los rostros de los marineros reflejaban esa situación en una subasta que atrajo la atención de casi tantos curiosos como de gente relacionada con el sector.

"El producto parece mejor que el de Cangas", apuntaba una de las personas que ya había hecho parada previa en la lonja canguesa. Y eso que el comentario más repetido era el de la dificultad para completar una pesca aceptable, independientemente del lugar escogido para largar los aparejos. Ni los que optaron por varias zonas en el interior de la Ría de Pontevedra, ni los que decidieron acercarse hasta los caladeros de las Ons estaban satisfechos. "Hai moi pouca cantidade, e en calidade hai de todo", señala Pepe Goberna, marinero del Elvira Dous. "Larguei en varios sitios da Ría, pero daba igual", afirma. Andrés Ferreira, de la empresa viguesa Marisquea, manifestaba que "es un día flojo aunque la calidad es buena", y apuntaba otro dato: "Los machos están mejor que las hembras".

Los ejemplares lucían con buen tamaño pero, si ya las cantidades eran reducidas, la fórmula de la subasta buenense tampoco ayudaba en exceso a que las mesas se viesen esplendorosas repletas de centollas. La puja se realiza en tandas de cuatro en cuatro barcos, por lo que el material expuesto es reducido, a fin de aligerar el proceso de venta.

La primera tanda ya apuntó precios ligeramente más elevados que en Cangas. La primera parada se produjo en los 22,5 euros, que valieron para algunas -no demasiadas- piezas. A partir de ahí los compradores detuvieron la cuenta atrás en 14, 50 euros, en 10,35 y en los 7,60 de la última parada.

Con las cartas boca arriba ya no hubo sorpresas en el resto de tandas. En la segunda el precio máximo se detuvo en los 22 euros y en las siguientes la cifra alcanzó el tope máximo de los 23 euros. El mínimo, por su parte, cayó hasta los 7 euros.