Cuando el BNG gobernó en coalición con el PSOE la Xunta de Galicia se intentó recuperar de nuevo esta planta. Se hicieron cálculos y más cálculos y para ponerla en funcionamiento había que invertir un millón de euros como mínimo. A pesar del interés del BNG en sacar la planta adelante, el enorme gasto hizo que los políticos del momento se retiraran. Ahora la planta se utiliza para almacenar residuos.