Siguen la malas noticias en Aldán. De nuevo se vio rondando por esta parroquia de Cangas al vehículo sospechoso de transportar a los rumanos que entraron en casas de los barrios de Gandón y Piñeiro: un Golf negro o azul oscuro, cuya matrícula ya se está haciendo famosa. La alertas se produjo entre las 21.00 y las 22.00 horas del viernes Una mujer de Socotelo, en Menduiña, dio aviso a la Guardia Civil de Cangas de que un Golf que respondía al color y a la matrícula que circula por las redes sociales rondaba las casas. Por alguna razón, los ocupantes del vehículo debieron de saber que habían sido descubiertos en su vigilancia y se dieron a la fuga. La Guardia Civil se personó pronto en la zona y estableció un control en Menduiña, cerca de la panadería de Rogelio Iglesias. Pero no hubo mucha suerte en la intervención. Algunos vecinos están convencidos de que los rumanos, supuestamente cuatro personas (el vecino de Aldán que les hizo frente el pasado fin de semana fue quien pudo comprobar que se trataba de una banda formada por tres individuos que entraban en las casas y un cuarto que les esperaba en el coche para huir) se esconden en los montes de Aldán durante el día. Pero lo cierto es que el vehículo utilizado en los asaltos siempre fue visto de noche, nunca de día. Sorprende también que hayan vuelto a intentar actuar en la misma parroquia, de donde escaparon corriendo. La Guardia Civil sigue investigando y realizando controles para tratar de dar con los ladrones que tienen atemorizada a la parroquia.
El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, (ACE) también se manifestaba ayer preocupado con la situación. Comprende que los vecinos de Aldán estén atemorizados y que haya cierta psicosis. El alcalde está en contacto con la Subdelegación del Gobierno para conocer cualquier novedad sobre la investigación. Confía en la profesionalidad de Guardia Civil de Cangas, aunque no sabe si cuenta con medios suficientes para realizar un control más eficaz.
