El objetivo del viaje que se realizó la semana pasada, tal y como explica el concejal de gobierno de Moaña Áldán Santamarina, era devolver la visita que los niños saharauis realizan en verano a la comarca de O Morrazo, dentro del programa de la organización Solidaridade Galega co Pobo Saharaui (SOGAPS) "Vacacións en Paz" . La familia de Santamarina acoge dese hace tres veranos a un niño saharaui. Dice que además de devovler la visita a los niños, el viaje cumpliía el objetivo de conocer"in situ" las condiciones de vida en los campamentos de refugiados y los proyectos de desarrollo que se realizan a través de esta asociación solidaria. La delegación gallega trasladó a los campamentos gran cantidad de material médico y medicamentos para sus hospitales. Asegura que cada campamento cuenta con un hospital y con dspensarios médicos en cada barrio.

Asegura que en los campamentos viven unas 165.000 personas, organizados y administrados por el Gobierno en el exilio de la República Árabe Saharaui Democrática (RASDD) del Frente Polisario. Santamarina explica que se crearon en 1976 después de que el Estado español abandonara la antigua colonia, sin promover un proceso de descolonización y Marruecos invadiera, primero con la Marcha Verde y después de forma militar, el territorio saharaui: "Nese momento, moita poboación fuxiu do seu país instalándose nesa zona do deserto co beneplácito de Alxeria. Desde entón están a esperar de que a ONU organice un referendo de autodeterminación que lles permita regresar á súa terra, actualmente ocupada por Marrocos". La ONU creó para eso una Misión de Naciones Unidas para el referéndum del Sáhara Occidental "que traballa con moitas dificultades polas trabas postas por Marrocos e os seus aliados internacionais".

Santamarina se encontró allí con una población que vive en unas condiciones muy duras, en un desierto en donde residen en haimas o en casas hechas con adobe, sin agua corriente y con alimentos procedentes de la ayuda internacional: "Repártese ao mes por persoa 1 kilo de azucre, arroz, trigo, aceite, lentellas e 7 kilos de fariña". El concejal, que profesionalmente trabaja como profesor de Matemáticas, también dice que recorrió las escuelas infantiles que promueve el gobierno del Frente Polisario. "Hai escolas infantís, de 3 a 6 anos; e colexios, de 6 a 12 que garanten a escolarización do 100% da poboación".

Los campamentos disponen, cada uno, de un hospital y dispensarios médicos en cada barrio, aunque la falta de material y de medicinas es extrema y viven de la solidaridad internacional como la que se ofrece desde Galicia y, en concreto desde Moaña. Desde los años 90, familias de este municipio con el financiamiento del Concello y de la Comunidad de Montes de Domaio, acogen en sus casas durante julio y agosto a niños de estos campamentos de refugiados "nun triple obxetivo de fuxir das altas temperaturas do verán do deserto, de acceder a unha revisión médica completa coa resolución de calquera problema médico detectado e de entrar en contacto cunha cultura e un xeito de vivir diferente o seu, aprendindo as lenguas galega e castelá"

Muestra de esa relación especial de Moaña con el Sáhara, es el hermanamiento promovido a principios de los años 90 entre este Concello y la ciudad saharaui de Mahbes, situada en territorio ocupado por Marruecos.

Todas las familias que acogen en verano a niños saharauis coinciden en la satisfacción que les ofrece esta experiencia porque ven disfrutar a unos pequeños, de hasta doce años, muy necesitados de muchos elementos básicos y que sirven de ejemplo para educar desde la humildad a las nuevas generaciones de aquí. La comarca de O Morrazo siempre ha sido fiel a este programa solidario y este verano pasado acogió a 11 niños, 7 de los cuales en Moaña. La idea es que Cangas, que siempre formó parte del mismo, pueda volver a adherirse.