Ya no son las instalaciones, ahora las quejas sobre el hospital Álvaro Cunqueiro se centran también en el trato a los pacientes. Una vecina de Cangas, Rebeca Mosquera Avendaño, deja expuesto en una hoja de reclamaciones el trato recibido el pasado día 8 de noviembre en el citado centro hospitalario a donde llegó con su hijo.
Comenta Rebeca Mosquera que llegó con su hijo a las 16.15 horas y que después de tres horas de espera pudo ver cómo estaban dando entrada a niños que habían llegado más tarde. Dice que pudo ver como un joven hizo una llamada a alguien de personal y lo pasaron al momento.
Asegura Rebeca Mosquera fue a pedir explicaciones para saber por qué su hijo seguía sin ser atendido. "Las enfermeras con las que me encuentro me dicen que están atendiendo por orden de llegada y que aún tenemos gente delante, que tenernos que esperar. Todo esto con una sonrisilla socarrona que me pone de peor humor del que tenía".
Relata la madre que cuando buscan el informe de su hijo resulta que lo encuentran debajo de todo, lo que indica que los que llegaron después estaban delante que su hijo. Dice que fue entonces cuando decido llevarme al niño a otro hospital, porque llegamos a urgencias con el niño respirando mal y su situación empeoró, después de tres horas. "Pido la hoja de reclamaciones y el justificante de que el niño estuvo en el centro. La señora de recepción me da un justificante que me dice que mi hijo fue atendido en el centro a las 16.15 y que me lo llevo por voluntad propia dándome al a fuga. Acudió después al centro médico Povisa, consciente de que tenía que acudir por lo privado. La factura que pagó fue de 150 euros. La presentó en su reclamación ante el Sergas.
