El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, ordenó ayer a los trabajadores municipales que señalizaran la zona donde falleció Manuel Molanes Malvido, de 84 años de edad, al caerse en una tajea. Asegura que él toma esa decisión a pesar de que es consciente de que la carretera es provincial y que debía de ser la Diputación de Pontevedra la que al siguiente día del fatal accidente acudiera de inmediato a la zona para, primero, conocer el estado de la vía y, segundo, señalizar el enorme hueco que hay en la zona. Lamenta que la Diputación tarde tanto tiempo en reaccionar y asume una decisión que le podría acarrear problemas de competencia, pero no duda en hacerlo. Los vecinos de A Madalena, en Darbo, habían manifestado su malestar por el hecho de que al día siguiente de fatal accidente no hubiera una señalización de peligro. Ayer se instaló una cinta cercando el enorme agujero donde cayó Manuela Molanes, con el fin de que fuera visto tanto por coches como por peatones.

Afirma que en esa misma carretera, la EP-1001 hay varias zonas en la que la Diputación también debe actuar, como en frente de la Casa Museo de A Mangallona, donde una rampa de piedra fue destruida por una riada y allí sigue tirada desde hace años, pero desviando el cauce del río. Hay también otras zonas que requieren una pronta intervención y así se lo hizo saber a la Diputación de Pontevedra, con el fin de que el jefe de Infraestructuras, visite este tramo de la carretera EP-1001, en la ahora no se actúa, y también en varios lugares de la carretera de O Hío.

El alcalde espera que esta inspección a las carretera de la Diputación de Pontevedra en Cangas se realiza lo antes posible posible.