Los problemas por los que atraviesa Conservas Iglesias saltaron a la luz pública el pasado viernes, tras una reunión entre los responsables de la compañía y los trabajadores. Entonces, desde la compañía se insistió en que la histórica conservera sigue siendo una empresa totalmente "viable" porque factura lo suficiente para seguir adelante con su producción.

Ya se les advirtió, sin embargo, que la actividad podría quedar bloqueada ante la falta de crédito para poder pagar la adquisición tanto de productos pesqueros como de otros elementos esenciales en la producción de las conservas, como el aceite.

Su actividad se había retomado en Moaña en febrero del presente año, y arrancó en su nuevo emplazamiento con una producción de 80.000 latas de conservas al día. La intención entonces era incrementar su competitividad y llegar a poner en el mercado hasta 150.000 latas al día. Con el traslado se triplicó el espacio destinado a la producción.