Una mujer de 84 años de edad, Manuela Molanes Malvido, apareció muerta ayer en la carretera de San Blas, muy cerca de la capilla del mismo nombre, en la parroquia canguesa de Coiro. El cuerpo fue hallado alrededor de las 19.00 horas por dos vecinas de la parroquia, que la encontraron con la cabeza metida en una tajea de la carretera. La mujer vivía sola en su casa de Coiro. Fueron las vecinas las que alertaron al 112 y después este servicio se puso en contacto con la Guardia Civil de Cangas, el 061 y Grupo de Emergencias de Cangas. Fue necesario esperar varias horas hasta que se procedió al levantamiento del cadáver. En el lugar se personó el forense y funcionarios del juzgado de guardia, que corresponde al de Instrucción Número 2 de Cangas.

La fallecida tardó en ser identificada porque hubo que esperar a la presencia de la forense. La situación en la que se encontraba, con la cabeza prácticamente incrustada en la tajea, hacía difícil, a simple vista, su identificación. En un principio, la Guardia Civil de Cangas no descartaba nada. Incluso se alertó, además de a la Policía Judicial, a la Guardia Civil de Tráfico, por si la muerte fuese consecuencia de un golpe proporcionado por un vehículo. Alrededor de las 21.30 horas la hipóstasis más probable parecía la de que la anciana se había caído y como consecuencia del golpe falleció. Pero más tarde era otra muy distinta la que circulaba. El bastón en el que se apoyaba la fallecida apareció a unos diez metros de donde se encontraba el cuerpo sin vida de Manuel Molanes Malvido. Este hallazgo hace que cobre algo más e fuerza la posibilidad de que pudo ser atropellada por un coche que después se dio a la fuga.

Comentan los vecinos que Manuel Molanes Malvido acostumbraba a salir de casa a dar un paseo alrededor de las 17.00 horas, pero siempre se recogía antes de que se hiciera de noche, por lo que se calcula que el accidente pudo ser sobre esa hora de la tarde, ya que su cuerpo no estaba muy lejos de su casa.

El cuerpo de Manuel Molanes Malvido será objeto de la oportuna y necesaria autopsia para determinar las verdaderas causas de la muerte, que ayer a simple vista era difícil descifrar.

No transcendió los lugares del cuerpo donde la anciana tenía golpes, que podía arrojar una luz sobre este suceso.

Manuela Molanes Malvido tiene varios hijos, pero en el momento del hallazgo del cadáver se encontraban trabajando fuera, de ahí que no se personaran en el lugar tan rápidamente.