El polígono de Castiñeiras, en Bueu, sigue siendo la única área industrial de O Morrazo y el entorno resiste el embate de la crisis a pesar de que alguna de las empresas instaladas allí sí se vio obligada al cierre. Los empresarios aseguran que existe demanda de suelo industrial y que el polígono buenense resulta atractivo por su ubicación, al lado del Corredor do Morrazo y a un paso de Vigo. "Si ahora se ofreciesen más parcelas estamos seguros de que se agotarían y que quedaría gente fuera", aseguran desde la directiva de la asociación que agrupa a los empresarios (Aepicas), que a su vez forma parte de Fecimo. Aún así el parque mantiene carencias importantes en materia de servicios, que fue lo que trasladaron ayer al gobierno local. Las principales demandas se centran en la falta de aparcamiento y en la ausencia de un restaurante que pueda dar servicio tanto a los trabajadores de la zona como a los transportistas que acuden a traer material a las naves.

La directiva de Aepicas se reunió ayer con el alcalde de Bueu, Félix Juncal, al que plantearon la posibilidad de acondicionar como aparcamiento la zona verde anexa a la estación de la ITV, con una superficie aproximada de 500 metros cuadrados. El presidente de Aepicas, Pablo Pazos, reconoce que este espacio "no será suficiente, pero menos es nada". La otra alternativa que plantearon es destinar también como área de estacionamiento la zona verde situada al lado de Nodosa. Los empresarios recuerdan que recuerdan que no es posible estacionar delante de las naves industriales porque son lugares de entrada y salida de vehículos.

Las plazas de estacionamiento también quedan muy limitadas por la cercanía del tanatorio municipal, que en ocasiones conlleva una mayor presencia de vehículos en entierros con una gran afluencia de vecinos.

La lista de prioridades del empresariado de Castiñeiras también incluye la dotación de un área de restauración. En este caso el problema es de carácter legal ya que el plan parcial y los estatutos aprobados en su día para el polígono no contemplaban este uso, que cada vez es más demandado. En este ámbito hay radicadas alrededor de una treintena de empresas, algunas con hasta medio centenar de empleados, y demandan que se pueda abrir un restaurante para dar servicio a trabajadores y proveedores.

El inconveniente no es tanto el espacio -hay empresarios que podrían alquilar parte de la nave que ocupan para este servicio- como el hecho de que con la actual normativa urbanística no se permite su apertura. La posibilidad que se exploró ayer es que con el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) se pueda autorizar este uso en el polígono industrial, algo que el gobierno local se comprometió a valorar.

El ramo de actividades empresariales con presencia en Castiñeiras es de lo más variado e incluyen construcción naval, automoción, servicios, nuevas tecnologías o distintos tipos de carpintería. La gran mayoría de naves están ocupadas y algunas que habían cerrado por culpa de la crisis, como las de Hormigones Taboadela, han sido recientemente adquiridas por un empresario de Cangas, explican fuentes consultadas. "El polígono es atractivo porque está muy bien comunicado y hay mucha gente que está preguntando para instalarse en la zona", explican desde Aepicas. La presencia del Corredor do Morrazo hace que incluso proveedores de Citroën tengan interés en trasladarse a este ámbito. "La distancia con Vigo es la misma que si estuviesen en Porriño", aseguran.