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El vino como fuente de ingresos

Mientras miles de moañeses se divierten, los encargados de los furanchos de San Martiño esperan agotar los barriles en una semana extenuante

El vino como fuente de ingresos

La noche del viernes abrieron sus puertas los tradicionales furanchos de San Martiño. Al menos los situados en los bajos de viviendas, porque ayer por la tarde todavía se estaban instalando los puestos que se montan bajo la carpa del atrio. Su primera noche de trabajo coincidió con la Festa da Xuventude, que costean los propios furancheiros y que arrancó con una foliada de música tradicional. La madrugada estuvo acompaña de un grupo de rock y de un Dj de música electrónica.

Para entonces los responsables de los furanchos empezaban a hacer cuentas de las perspectivas para unas fiestas que tienen su día grande el próximo viernes día 11 de noviembre.

Se espera que, un año más, miles de moañeses suban a la parroquia original del municipio para participar en actos religiosos, disfrutar de la música de las verbenas y, sobre todo, degustar el vino de casa y los productos gastronómicos tradicionales.

Elvira Santiago instaló, junto a Noelia Acuña, un puesto en el bajo de una vivienda. "Es el segundo año. El pasado fue espectacular y vendimos unos 1.800 litros de vino. La primera noche de este año también transcurrió muy bien, y tenemos previsto abrir también entre semana", apunta Elvira Santiago. Explica que cuentan 1.000 litros de vino de casa en barriles, "todo de la cosecha de este año". Esperan tener que realizar un segundo pedido antes de que comiencen las verbenas del próximo fin de semana.

Y es que mientras miles de moañeses se divierten en la fiesta más concurrida del municipio, los responsables de los 17 furanchos trabajan prácticamente sin descanso en un evento que se puede convertir en un forma perfecta de lograr un sobresueldo.

La joven Lucía Malvido, por ejemplo, trabaja en el puesto de su familia. "Llevamos más de dos décadas montando. La primera noche no hubo mucha gente, pero esperamos que la cosa mejore", apunta. Su puesto se caracteriza porque el vino no es su punto fuerte. "Servimos sidra casera, que siempre es lo más demandado". Reconoce que cada año llegan al final de las Festas de San Martiño "muy cansados".

Los integrantes de la Asociación Cultural A Fontenla, por su parte, también instalaron un puesto por primera vez. En este caso juegan con la ventaja de ser más de 20 miembros que se turnarán para trabajar. Diana Sequeiros explicaba ayer que algunos compañeros se encargaron del montaje del puesto en el atrio. "Tenemos unas 150 botellas de vino tinto y blanco", apunta.

Todavía deben decidir, en función del tiempo y el ambiente, si les compensará o no abrir entre semana, toda vez que hasta el jueves día 10 no empezarán las verbenas. La nueva comisión programó cuatro noches de música y baile para este año, que concluirán el próximo domingo.

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