La Guardia Civil detuvo ayer en Marín al hombre acusado de propinar una brutal paliza a su padre el viernes por la mañana. La detención la efectuaron los agentes del puesto de Marín y a continuación el presunto agresor fue trasladado a la Comandancia de Pontevedra, donde ingresó en los calabozos a la espera de pasar a disposición judicial. Está previsto que a lo largo de la mañana de hoy preste declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Marín.

El suceso ocurrió a primera hora de la mañana del viernes en una casa de la familia situada en el lugar de Curraces. El agredido, Eligio Otero, acudió al inmueble, que cuenta con un sistema de alarma, después de recibir un aviso de la empresa de seguridad. Al llegar al lugar se encontró con su hijo mayor, que responde a las iniciales M.I.O. y de 40 años de edad, con el que entabló una discusión. Presuntamente el hijo golpeó repetidamente a su progenitor, que tuvo que recibir atención médica. El herido pudo llegar por sus propios medios hasta el centro de salud de Bueu, donde fue atendido en primera instancia antes de ser trasladado en ambulancia hasta Montecelo. En las inmediaciones del centro de salud se llegaron a vivir momentos de cierta tensión porque el presunto agresor estaba en la zona cuando otro de los hijos de la víctima acudió al lugar tras ser informado de la agresión. El segundo de los hijos divisó a su hermano y se encaró a distancia con él y le recriminó la agresión a su padre. Desde ese momento no se volvió a tener constancia de su paradero hasta la detención de ayer por la mañana.

La familia decidió interponer una denuncia ante la Guardia Civil después de que el herido recibiese el alta en Montecelo y tras serle diagnosticada una doble fractura en los huesos de la nariz. Una vez recibida la denuncia la Guardia Civil montó un dispositivo para intentar localizar a M.I.O. y proceder a su detención. Las gestiones fructificaron durante la mañana de ayer con su detención en Marín, a donde presuntamente habría acudido para entregarse.

Hoy está previsto que sea trasladado desde Pontevedra hasta los juzgados de Marín para prestar declaración. La familia insistía ayer en solicitar su ingreso en prisión o que se dictase una orden de alejamiento ya que aseguran que existen denuncias previas.

El progenitor recibió el alta médica el viernes por la tarde tras ser examinado en Montecelo y en el Hospital Provincial, donde confirmaron que los numerosos golpes recibidos en el rostro no le habían provocado daños en la visión. En los momentos posteriores a la agresión Eligio Otero bajó en su coche hasta la carretera que une Beluso y Udra, donde fue auxiliado por sus vecinos. A continuación se dirigió al Punto de Atención Continuada (PAC) del centro de salud de Bueu, donde ya le estaba aguardando la ambulancia del 061 con base en Bueu.