En la planta de A Portela se inició ya el proceso para obtener compost de los residuos vegetales y el próximo reto es hacerlo con la fracción orgánica de grandes consumidores (restaurantes, empresas de alimentación...). Para eso hace falta ganar espacio en el interior de la nave y la alternativa que se maneja es retirar el "tromel", que es una clasificadora de envases. Esta máquina, que en realidad nunca se llegó a poner en funcionamiento, ahora tampoco podría hacerlo porque no cumple con los requisitos que exige Ecoembes: debería medir 15 metros (el actual mide 5) y debería contar con cabinas por cuestiones de seguridad laboral.

La Mancomunidade se está planteando sacarlo a subasta para que alguna empresa puje por él, aunque sea para convertirlo en chatarra, y sacar al menos algún rendimiento económico.